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miércoles, 22 de septiembre de 2010

qué gratos recuerdos. escuelita Daniel Campos, chicharrones del matadero, padre Galeana,padre Zárate, Cochabamba y el desarrollo alternativo...

Me es muy grata tu respuesta, gracias por tu atención.

Desde luego estoy de acuerdo en que cites mi carta en tu blog.

La escuela Daniel Campos se mantiene en pié y cuenta con una infraestructura nuevita y bien equipada, porque resulta que hasta unos 4 años y durante otros 4 años fué Director regional del FPS mi primo Ing. Julio Loredo España, también ex-alumno de la escuelita y obviamente llevado por sus sentimientos tuvo grata oportunidad de aprobar y ejecutar con financiamiento completo la reconstrucción y equipamiento del establecimiento. Me traes al recuerdo el camal (En cuyo terreno se construye un centro hospitalario) en el que era compra obligada los chicharrones de tocinitos al retorno de visitar el cementerio los días domingo. El padre Galeana, a quien ví en la calle ayer en la mañana, está viviendo en la residencia de los jesuitas de avanzada edad en su inmueble de la calle Bolivar a media cuadra de la plaza 14 de septiembre de Cochabamba.

Con el padre Zárate, Director también de la Fraternidad de Estudiantes Católicos (Creo que no había JEC en Potosí) estuve los años '60 y '61 y nuestra labor descollante era el coro que cantaba en las misas dominicales de la Catedral y en fechas importantes de la ciudad, resaltando el Día de la Raza (Dia de España), en que la colonia española de Potosí financiaba la presentación en el teatro Omiste y la fiesta de gala en el Club Internacional, también se hacía teatro y homenajes a fechas y personajes importantes de la cultura potosina. Teníamos como maestros de música a don Belizario Picolomini, Alberto Iporre Salinas (que por cierto está residiendo en Cochabamba desde hace pocos años atrás) y un maestro eximio pianista y su hijo violinista cuyos nombres no me es posible recordar ahora.

Claro que Humberto Iporre también fué mi profesor de música en el Pichincha. A pesar de mi corta edad durante mi vida en Potosí, en la década de los '50 pude apreciar y aprender de las luchas cívicas de los preclaros potosinos de entonces Héctor Alemán Ugarte, Oscar Bonifaz y alguien mas, en cuyas acaloradas reuniones del seguramente Comité Cívico en el teatro Omiste escuché y vitoreé el "Potosí Federal".

Mauricio, estoy residiendo ya plenamente desde hace 20 años en Cochabamba, estoy jubilado del programa de desarrollo alternativo (Trópico de Cochabamba); desde que perdí a mis padres he espaciado mis viajes pero por lo menos cada dos años visito Potosí, en la que residen dos de mis hermanos y sus familias y mantengo aún varios parientes que mantienen la calidéz de mi relación con la cuna amada. Como tú, me siento orgulloso de ser potosino.

Un tema reciente, es decir de la semana que termina, me causa mucha bronca la noticia de que para estudiar la preservación del cerro rico, se están haciendo colectas de dinero para financiar la consultoría, una parte pondrá la asociación de ingenios, otra las cooperativas mineras, parte la gobernación de Potosí y lo que falte pondrá el Estado a través de COMIBOL, qué te parece, para diagnosticar al mas rico enfermito, hay que poner una vaquita entre los mismos potosinos y a éste Estado "Plurinacional" le importa muy poco ésta enfermedad, como lo han demostrado los infelices ministros Coca, Morales y el norpotosino Pimentel en el conflicto de los 20 días de agosto, es que no hay derecho; éstas son las cosas que enervan y provocan las mas airadas reacciones. En fin, así estamos.

Un abrazo y hasta siempre

Severo

la primera carta de Severo España Rodriguez. antes la respuesta y a continuación la segunda epístola

Estimado Mauricio:

Creo que no me conoces, pero yo a tí sí; primero en el comedor universitario de Cochabamba en el que me cobijé del 1962 al '67 como estudiante de agronomía (me gradué felizmente de muy buena manera), posteriormente en 1993 o '94 compartimos una buena charla mientras asistíamos a un acto de clausura de un curso sobre recursos hídricos, auspiciado por CORDECO, donde yo era Director de desarrollo agropecuario.
Pero mi recuerdo mas lejano se traslada a nuestra amada Villa Imperial en la que de una u otra manera nos conocíamos así solo sea de vista, yo asistía a mi querida escuela 1º de Abril (Frente al Santa Rosa) de 1950 al '55 y posteriormente al potente Pichincha hasta mi bachillerato, momento en que salí del querido Potosí, primero para estudiar agronomia y luego para trabajar por todo lado del país, muy poco en nuestra tierra.

No aguanté la "necesidad" de escribirte, porque eres una de las pocas personas que en el desempeño de su profesión de periodista, se refiere casi cotidianamente a los asuntos relacionados con nuestra tierra y así sin ambages, ni figurillas que muchos otros utilizan para de cierta manera encubrir su origen potosino, como si serlo fuera una vergüenza. Me alegra tanto el leer tus artículos, porque sueles mencionar de manera directa y para mí fresca, diferentes actores potosinos en política, cultura, etc. o hechos históricos gravitantes en la vida nacional en tiempos en que nosotros éramos niños o jóvenes (ambos tuvimos que salir de nuestro Potosí por diferentes motivos).

Pero mas me identificó con tu personalidad la lectura que hice en tu página web de tu propia historia y los acontecimientos de los que fuiste testigo o protagonista; como tú, desde mi infancia he estado ligado a la protección espiritual de los padres Redentoristas de mi Parroquia de San Martín, después de los Jesuitas de La Merced ( Padre Fuster que falleció hace tiempo en Santa Cruz y padre Galeana que está viviendo su vejéz en Cochabamba) y finalmente con el padre Zárate en la Fraternidad de Estudiantes Católicos. Ya en Cochabamba la JUC y el padre Timoteo Sullivan de manera muy suave fueron mis referentes católicos.

Lo interesante es que compartimos también las referencias culturales de las que nos nutrimos en nuestra primera edad, tuve la fortuna de ser alumno de doña Aurora Valda Cortéz de Viaña, su esposo José, ambos de la primera Gesta Bárbara, el profesor Bohorquez, Revilla, Iporre Salinas, conocíamos a los diferentes curas del Franciscano como el famoso italiano Faustino o a los del Calero, porque eran los únicos colegios de varones de entonces, posteriormente se fundó el Medinaceli.

Seguramente tendríamos mucho que hablar y recordar sobre nuestro Potosí de entonces y de ahora también, pero es obvio que éste es un primer contacto y no sé cómo tomarás éste que para mí era un impulso que se me hacía reprimido desde tiempo atrás, en todo caso, te ruego aceptar mi muy cordial saludo y mis deseos de que mantengas tu línea periodística relievando en alto grado la importancia de nuestra tierra en la fundación y sostén de siempre de nuestra patria Bolivia.

Un abrazo

Severo España Rodriguez

una de las maravillas de Internet es que puede recuperar viejos amigos y preguntarles y reconstruír el pasado. Severo España me había escrito de L.Paz

La primera palabra Severo es de agradecimiento por esos recuerdos que compartimos juntos y la mención de nombres tan queridos. Si me permites voy a citar su carta y ésta respuesta en mi blog POTOSINO SOY. En efecto soy potosino y estuve ligado a Cordeco por cuando la Junta de la Comunidad (Junco) me nombró delegado algunas veces para participar con la Corporación en alguna de las tareas que llevó adelante como la celebración del IV Centenario de la Fundación de Cochabamba, cuya secretaría ejecutiva desempeñé durante algunos meses.

Acerca de nuestra querida Villa Imperial y la mención del Colegio Santa Rosa frente a la torre de la Compañía de Jesús, en que estudiaron mis hermanas Adela y Norah Aira y la escuelita Primero de Abril, yo mismo fui alumno durante uno o dos años de otra escuela muy humilde Daniel Campos que no sé si aún existe al final de la calle Bustillos cerca del camal (carnicería municipal) donde se podía comer chicharrón de venta las puertas del mismo.

Claro que tenemos orgullo de proclamar nuestra potosinidad, por varios motivos. La nobleza de su suelo, su generosidad sin par al abrir el goce de sus riquezas a propios y extraños. Por su intelectualidad tanto durante la Colonia como en la República y ya que mencionas a Gesta Bárbara (primera y segunda fundaciones) aglutinó a lo más preciado de la juventud pensante, como Valentín Abecia que ha fallecido no hace mucho. Estoy estudiando la trascendencia del grupo que tantas satisfacciones le dio a Bolivia, con una producción especialmente literaria abundante, pródiga que por desgracia pocos conocen en detalle.

Para seguir el hilo de tus letras, mencionas San Martín y La Merced, al padre Fuster hombre enérgico, de gran formación espiritual, predicador extraordinario y al padre Galeana delgado y con apariencia de gran fragilidad, me descubres que sigue viviendo en Cochabamba, mis oraciones por él y cuando esté por la llajta intentaré visitarlo. También al padre José Zárate el único sacerdote que fue Alcalde, Prefecto, Diputado y Senador, mi profesor y asesor de la JEC (Juventud Estudiantil Católica) que presidí en Potosí en 1955-56. Al profesor Bohorquez Ramírez entregado al ministerio de la formación de la juventud potosina, a Humberto Iporre mi profesor de música y que nos enseñó el “Potosino Kani” de su autoría, su “Oración del Mitayo” su cueca “Tu Orgullo”, sus tantas y sentidas composiciones que no olvidamos nunca. Finalmente nombras al Padre Faustino alto, simpático con un español a medias tan popular entre las familias de los alumnos del Franciscano.

Sí, Severo gracias por todos esos recuerdos que no voy a olvidar y que guardo en el corazón. Dónde vives actualmente? Mantienes contactos con Potosí, tienes sin duda buenos amigos que nos podrán ayudar en el intento de reconstruir parte de la historia de nuestros tiempos!

Un abrazo y hasta siempre