¡Hasta cuándo Potosí reclamará atención?
Mauricio Aira
A pocas horas de la celebración de un nuevo 6 de agosto, nuestra mirada se dirige hacia nuestra ciudad natal, la siempre añorada Villa Imperial de Carlos V, Potosí que generoso como ninguno brindó su riqueza a manos llenas primero a la Colonia en forma de plata especialmente y luego a la República estableciendo la mayor tradición minera ejemplo entonces de modernidad y progreso dejando atrás a otros países como Chile y Perú que también explotaron el oro, el cobre, el estaño, el zinc, el plomo, el bismuto, la plata y el tungsteno para nombrar algunos.
Potosí se yergue cual coloso entre los altos picos de Los Andes y su fama trasciende el continente, se hace universal y quién lo diría la riqueza de sus entrañas sigue nutriendo las arcas estatales, hoy mismo la exportación de sus metales está por encima en cuanto a rendimientos de otras exportaciones masivas. Sin embargo de ello ¡oh injusticia inaceptable! Potosí continúa recibiendo muy poco, en todo caso insuficiente para cubrir sus necesidades de progreso y alcanzar el desarrollo de otras zonas menos productivas.
El petitorio por el que realizó un paro general de 19 días, inédito en la historia nacional con 6 demandas incumplidas: obras civiles para soportar el desmoronamiento del Cerro Rico que va perdiendo su admirable forma cónica, la construcción de un aeropuerto con características internacionales, demarcación entre Oruro y Potosi, tomando en cuenta las expectativas por el Cerro Tahua (se dice que contiene uranio), la construcción de una fábrica de cemento y la atención de dos proyectos camineros Potosi-Tarija y Potosí-Villazón.
Una y otra vez los cívicos potosinos han recurrido a los responsables de gestionar las obras demandadas y otras tantas veces se ha replicado con argumento parecido. Las demandas están siendo atendidas, sin dar mayores explicaciones exhibiendo así un menosprecio por un pliego pendiente.
Al cronista le correspondió junto a destacados líderes de la potosinidad como Oscar Bonifaz, Simón Reyes, Enrique Bacinello, Thomás Delgadillo, presidir una delegación del Comité de Defensa de los Intereses Potosinos (Codeipo) que sostuvieron ante el Dr. Hernán Siles Suazo (1956 entonces Presidente de la República) una agenda de 15 puntos, algunos de los que fueron atendidos con premura gracias a la voluntad del Presidente que instruyó a su Ministro Bedregal Gutiérrez actuar con prontitud y energía. La delegación retornó con muchas esperanzas y la satisfacción del deber cumplido. En descargo de Codeipo mencionemos que también se incluían planteamientos a favor de las provincias. Han transcurrido 55 años desde entonces y Potosí continúa a la espera.
De vuelta al pliego actual lo del soporte al Cerro Rico se ha convertido en un trámite interminable. Hasta el día de hoy no se avizora una solución concreta. Sobre el aeropuerto tampoco hay luces, suponemos que existe un estudio de factibilidad que incluya lo pertinente a la exportación minerales y otras materias primas por avión y por la demanda progresiva para el turismo y los negocios. No se publicaron detalles y sólo se ha insistido en su construcción que el Gobierno estima en equis millones por ahora no disponibles para el Tesoro de la Nación.
Lo cierto es que la vuelta de los potosinos a las calles y su movilización masiva pone a la Nación en alerta aunque sin alentar sus esperanzas porque este Gobierno ni los anteriores tuvieron la capacidad de contentar al pueblo potosino en honor a la Justicia y en consideración a los insignes beneficios que Potosí brindó a Bolivia.