Representantes potosinos y del Gobierno, después de una jornada tensa y de temores de un nuevo fracaso, anoche instalaron el esperado diálogo en Sucre, aunque las medidas de presión iniciadas hace 15 días por Potosí, el bloqueo de caminos, el paro indefinido y la huelga de hambre se mantienen. Hasta el cierre de la presente edición se conformaron las mesas de negociación para tratar los seis puntos del pliego petitorio potosino.
Pese a la insistencia de los ministros en sentido de que se levanten las medidas de presión para no seguir “castigando a la población”, la petición se dejó para ser considerada después, una vez que avancen las negociaciones.
Tras una serie de argumentaciones sobre la cantidad de mesas de negociación y la limitación de participantes, expuestas en tonos menos encendidos que la jornada anterior, se acordó formar las comisiones y para eso a las 23:30 se declaró un intermedio hasta hoy a las 8:00.
Cuando se daba por fracasado el diálogo, un centenar de campesinos armados con palos cambió el curso del conflicto. Ayer, a las 17:10, cuando parte de la comisión negociadora que se desplazó el jueves a Sucre trataba de regresar a Potosí, un grupo de campesinos apostados en Pampasoico, a 15 kilómetros de la tranca de Millares, no dio paso a la comitiva y cuando los periodistas se bajaron a informar sobre el estado de las negociaciones, fueron corridos a palos y se salvaron por poco de ser linchados.
Los campesinos, luego de apalear al dirigente de la prensa potosina, Benigno Castillo, se ensañaron con los vehículos, obligándolos a retornar a Sucre con un mensaje: negocien con los ministros en Sucre. La orden de los campesinos se cumplió anoche, después de las 23:00, cuando la delegación de ministros aceptó establecer seis comisiones para tratar las demandas potosinas.
Los comunicadores regresaron hasta El Abra de San Miguel, donde se encontraron con otra parte de la comitiva que avanzaba hasta Potosí. Allí, un grupo de mineros estaba decidido a esperar al resto para despejar el camino, pero un grupo de comunicadores los disuadió de que no era necesario que corra sangre potosina y lo mejor era llamar a la dirigencia, que estaba en Yotala, a la salida de Sucre, y convencerlos de que inicien el diálogo.
Esto fue tomado como un logro por el Gobierno que, a través del ministro de Autonomías, Carlos Romero, agradeció al pueblo potosino por reconducir el diálogo y conminó a la dirigencia a “dejar de lado la conspiración política” y sentarse en la mesa a dialogar. Cuando ya se había decidido conformar las comisiones, Romero les recordó que esto se pudo haber hecho el 1 de agosto sin tanto sufrimiento para el pueblo potosino.
A partir de ese momento, los ministros se comportaron como vencedores del conflicto y condujeron las negociaciones. Lo único que no consiguieron fue que Potosí suspenda sus movilizaciones y que Oruro retire la amenaza de iniciar medidas de presión desde el lunes.
Al final de la tarde de ayer, las noticias que llegaban a Sucre desde Potosí no eran buenas. Por un lado, unas fuentes aseguraban que toda la población estaba en la plaza esperando a la comisión para pedir explicaciones sobre por qué no regresaron ante la ausencia del presidente Evo Morales.
Los dirigentes desplazados a Sucre se encontraban entre la espada y la pared y decidieron ingresar a dialogar, pero consiguieron que a Romero, Coca y al ministro de Minería, José Antonio Pimentel, se sumen los titulares de las carteras de Economía, Luis Arce Catacora, y de Educación, Roberto Aguilar, además de la viceministra de Producción, Amparo Ballivián. Para conseguirlo, cedieron a la exigencia de que el presidente, Morales, inaugure el diálogo.
Campesinos se reúnen con Evo
Los campesinos del norte de Potosí anuncian cerco a la capital potosina si es que los dirigentes cívicos no llegan a acuerdos con los ministros en Sucre. La advertencia fue dada a conocer por el secretario general de la Federación Sindical Única de Trabajadores Originarios Ayllus del Norte Potosí, Juvenal Pacheco, tras una reunión en Palacio de Gobierno con el presidente Evo Morales.
Pacheco detalló que esa organización se reunió con Evo Morales para expresarle su apoyo y anunciarle que están dispuestos a garantizar su seguridad y la de los dirigentes cívicos si negocian en Macha.
La propuesta de llevar a Evo y los cívicos a la “tierra del tinku” es considerada una salida a la crisis que enfrenta Potosí que no halla solución pese a la huelga de 15 días.
LAS SEIS DEMANDAS POTOSINAS
En relación a las seis demandas potosinas, el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, expuso los argumentos del Gobierno.
Sobre el diferendo limítrofe entre Potosí y Oruro, descartó un referéndum porque la consulta es sólo aplicable para municipios de un mismo departamento, aseguró que las macrorregiones definidas en la Ley Marco de Autonomías no implican la creación de una jurisdicción política administrativa y que tampoco es posible que los ayllus de Oruro y Potosí creen una autonomía indígena en la zona de conflicto porque ésta sólo puede existir dentro de los límites departamentales.
Sobre la construcción de la vía Bellavista-Vitachi-Cotagaita, Coca aseguró que el Gobierno ha pagado el 100 por ciento de la obra a la empresa brasileña OAS y que la reanudación de las obras es inminente.
Sobre Karachipampa, explicó que en 2007 la fundición fue concedida a la empresa Atlas Preciuos Metals, que se comprometió a invertir $us 85 millones, pero sólo desembolsó $us 2,3 millones hasta la fecha, cuando ya debía haber invertido $us 79 millones.
El Gobierno hizo efectiva la póliza de seguro por $us 800.000 y hay un arbitraje con la empresa para definir el futuro de la fundidora.
Sobre la instalación de dos fábricas de cemento, una en Oruro y otra en Potosí, Coca aseguró que se ha invertido Bs 6,18 millones en los estudios técnicos que han identificado al yacimiento Quiburi, en el municipio de Uyuni, como apto para instalación de la factoría, puesto que posee seis veces más piedra caliza que el cerro Pagua, en actualmente en litigio entre ambos departamentos.
Sobre la preservación de la forma cónica del Cerro Rico de Potosí, el Ejecutivo ha contratado a una empresa para realizar un estudio técnico que en la actualidad tiene un avance del 91 por ciento. Por ello, el Gobierno considera que ha cumplido con todas las demandas potosinas. Sin embargo, los dirigentes potosinos aseguran que en papel se cumple la agenda, pero no en los hechos.