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viernes, 11 de noviembre de 2011

Japón entregó las obras en directa cooperación a Potosí, que Evo en una "avivada pretendió atribuir a su gestión" y le salió fallida la maniobra

Una sonrisa, una poesía y la interpretación de una pequeña obra teatral fueron algunos de los gestos de agradecimiento que los niños de la escuela Mariscal Andrés de Santa Cruz demostraron al embajador de Japón en Bolivia, Toshio Watanabe, por la infraestructura educativa construida por ese país en la ciudad de Potosí.

La mayor parte de los 560 niños de esta escuela fiscal asiste a clases en ambientes limpios, cómodos y con mobiliario adecuado para su tamaño y edad, gracias al desprendimiento de Japón que construyó o refaccionó infraestructura para 30 unidades educativas de Potosí y Sucre.

La embajada del Japón y la Agencia de Cooperación Internacional (JICA) de ese país visitaron el martes en Potosí proyectos de desarrollo, infraestructura educativa construida por un monto que supera los 9 millones de dólares (no reembolsables).

Watanabe viajó hasta la Villa Imperial para hacer la entrega de infraestructura educativa. En la oportunidad destacó el apoyo que ha brindado su país a Bolivia durante los últimos cincuenta años.

EL APOYO La donación de Japón permitió la construcción, ampliación o remodelación de treinta escuelas de los municipios de Potosí y Sucre con el objetivo de mejorar la calidad de la educación pública en estas ciudades del sur del país. Concretamente, las obras del proyecto se plasmaron en la construcción de nuevas aulas y baterías de baño, además de la adquisición de mobiliario escolar para 15 centros educativos de Sucre y un número igual de Potosí.

El Gobierno boliviano había solicitado a su par japonés en el año 2006 apoyo para el mejoramiento de la infraestructura educativa en estas dos ciudades capitales, “con la finalidad de salvar uno de los problemas más frecuentes que impide mejorar la calidad de la educación en Bolivia que es la severa falta de adecuados ambientes para los niños”.

Japón aceptó esta solicitud y decidió otorgar la donación bajo la modalidad de “asistencia financiera no reembolsable” ofreciendo una donación de 9,4 millones de dólares.

El 10 de marzo de 2008, el canciller boliviano, David Choquehuanca, y el embajador del Japón de aquel entonces, Kazuo Tanaka, suscribieron el canje de notas reversales para este proyecto. Algunos meses después, el 15 de noviembre de 2010, el actual embajador de Japón en Bolivia, Toshio Watanabe, visitó dos unidades educativas en Potosí para celebrar la entrega oficial de algunas obras de construcción como parte de este proyecto.

En la oportunidad, los niños de la escuela Mariscal Andrés de Santa Cruz expresaron su agradecimiento al embajador de Japón en Bolivia, pero al mismo tiempo le solicitaron la construcción de siete aulas más para otros cursos que están pasando clases en ambientes antiguos. 

LA PERSEVERANCIA Después de visitar varios cursos y de exhortar a los niños a perseverar en sus estudios, el embajador del Japón se comprometió a estudiar el pedido de los niños y maestros de esta unidad educativa.

Watanabe explicó a la prensa que la embajada de Japón entregó 214 aulas y 128 baterías de baño para 15 escuelas de Potosí. En el caso de Sucre, se entregó 154 aulas y 88 baterías de baño. El embajador de Japón aseguró que una prioridad de este país es privilegiar la construcción de infraestructura educativa y para salud, además de otros proyectos de agua potable y sistemas de riego.

“Pensamos que la educación es una de las partes más importantes. Por eso cooperamos en ese campo”, señaló Watanabe.

La escuela Mariscal Andrés de Santa Cruz, de Potosí, se benefició con la construcción de 14 aulas y una batería de baños que beneficia a la mayor parte de los escolares que asisten a esta unidad educativa, confirmó el director Máximo Ramírez Villca. Cada aula cuenta con 18 mesas, 36 sillas, dos gavetas e inmobiliario para el maestro de la clase, además de pizarra nueva y 14 luminarias. Esta unidad educativa alberga a 560 estudiantes en los niveles de primero a sexto de primaria y de primero a segundo de secundaria. La escuela tiene 21 cursos.

Antes de que la embajada de Japón construyera las nuevas aulas, los estudiantes pasaban clases en ambientes antiguos, bastante deteriorados, con paredes rajadas y bancos viejos. Ramírez señaló que cada año la población estudiantil crece, por lo que las necesidades de infraestructura también aumentan.

El profesor Francisco Gallegos dijo que para los niños de esta unidad educativa es imprescindible contar con pupitres cómodos y un ambiente confortable. Estos detalles hacen mucho para el aprendizaje de los niños, porque eso les estimula a que sigan aprendiendo.

Antecedentes.

La cooperación

Son 50 años de cooperación incondicional del Japón a Bolivia y se traducen en un poco más de 1.600 millones de dólares invertidos en proyectos de desarrollo “que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los bolivianos en todo el mundo”.

Desembolso

La cooperación japonesa desembolsó donaciones que superan los 63 millones de dólares en proyectos de mejoramiento y mantenimiento de caminos vecinales, dotación de agua potable, construcción de escuelas, equipamiento de postas sanitarias, instalaciones de sistemas de riego y microriego, entre algunos. 

El trabajo

La cooperación japonesa en Potosí inició su trabajo en 1989. El embajador de Japón, Toshio Watanabe realizó una visita a la Villa Imperial para hacer entrega de varios proyectos ejecutados con respaldo de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA).

Maestros y alumnos agradecidos

Los profesores y los estudiantes de la escuela Mariscal Andrés de Santa Cruz, se mostraron agradecidos por la cooperación japonesa toda vez que les permitió mejorar sus condiciones de trabajo y estudio respectivamente. 

Para Rider Chambichoque, el mobiliario es adecuado, ahora tienen una pizarra grande, mesas y sillas adecuadas a su tamaño.

Por su parte Romina Núñez Alvarado destacó los amplios espacios y las ventanas de las aulas que les permiten tener más comodidas e iluminación para realizar sus actividades. 

“Antes los pisos y las paredes estaban rajados y de los bancos se salían las maderas. Ahora estamos en un curso más bonito y todos estamos felices”, contó.

A su turno la profesora Martha Aramayo explicó que al mejorar la infraestructura también se incentiva a los estudiantes que ahora tienen más ganas de aprender. 

Finalmente la profesora Judy Miranda recordó que las necesidades son muchas, en especial, de aulas para los más pequeños, por lo que esperan que la cooperación japonesa siga con el proyecto.

El Gobierno invirtió más de $us 380 millones en transporte y vivienda entre el 2006 y 2011

LA PAZ/ABI


El Gobierno invirtió en Potosí más de 380 millones de dólares en transporte, vivienda y telecomunicaciones entre el 2006 y 2011, monto que representa casi cuatro veces más de lo que se ejecutó entre el 2001 y 2005.

El informe fue proporcionado por el Ministerio de Comunicación, al resaltar que la actual administración hizo mucho más por el desarrollo del país que las anteriores gestiones.

En el aniversario de los 201 años de fundación de Potosí, el Ejecutivo publicó los proyectos y programas que fueron implementados en esa región con una inversión de 388.275.330 dólares para impulsar su desarrollo.

Según los datos, en Potosí se inauguró este año la carretera asfaltada entre Huanuni y Llallagua, de 42 kilómetros, con una inversión de 24 millones de dólares, que vincula el norte de ese departamento con el sur de Oruro. Asimismo, el presidente Evo Morales entregó la carretera de 78 kilómetros que conectará al país con Argentina, como parte de uno de los corredores de exportación. La inversión alcanzó a 42 millones de dólares.

Igualmente fueron instaladas 617 conexiones de gas domiciliario para abaratar los costos, además de entregarse la Planta de Tratamiento de Agua Potable para Potosí con una inversión de más de 15 millones de dólares.

El Gobierno también entregó la primera fase del Aeropuerto Internacional de Uyuni, con una inversión de 13 millones de dólares, que será uno de los más importantes del país.

En la oportunidad el presidente de la Cámara de Senadores, René Martínez, saludó a la Villa Imperial a tiempo de reconocer el esfuerzo de sus habitantes desde tiempos inmemoriales hasta la actualidad.

"Por esa valiosa lucha desde la Cámara de Senadores, conmemoramos los más de dos siglos del proceso libertario que vivimos los bolivianos, gestados desde el departamento de Potosí el 10 de noviembre de 1810", manifestó. 

Potosí celebra revolución del 10 de noviembre sin el Presidente

Los potosinos conmemoran los 201 años de la revolución del 10 de noviembre sin la presencia del presidente Evo Morales, quien decidió asistir al 201 aniversario del Primer Grito Libertario del líder mojeño, Pedro Ignacio Muiba, acto realizarse en San Ignacio de Moxos del Beni y no a las actividades centrales de Potosí.

Sin embargo, a través de una salutación publicada en periódicos nacionales, el jefe de Estado rindió homenaje a los 201 años de fundación del departamento de Potosí y renovó su compromiso para concretar proyectos de desarrollo que beneficien a esa región sureña.

En tanto, el Gobernador de Potosí se encuentra internado en un centro médico de la ciudad de La Paz debido a que recibe la respectiva atención en reposo absoluto por una hepatitis de tipo A.

El 10 de noviembre de 1810 la población de Potosí se sublevó contra el dominio de los españoles en los campos de Suipacha, acción que siguió a los procesos revolucionarios del resto de los departamentos, que concluyeron con la creación de Bolivia el 6 de agosto de 1825.

Morales asegura en la publicación que el "futuro de Potosí es el futuro de Bolivia", porque el litio de esa región desarrollará todo el país, que tiene una "deuda histórica" con ese departamento "que lo dio todo con generosidad y patriotismo".

Dice también que la historia de Bolivia enseña que esa patria, sojuzgada por siglos, no existiría sin Potosí.

"También nos refiere que gracias a la inmensa riqueza del Sumaj Orcko (Cerro Rico) fue posible la construcción de imperio en Europa y la Revolución Industrial", indica.

Agrega que la historia de Potosí "es un pasado que asombra", marcado por el levantamiento de sus hijos el 10 de noviembre de 1810, precedido por la rebeldía de los líderes indígenas como Tomás Katari y Alonso de Ibañez. 

Morales, en la víspera, abandonó la ciudad de Potosí por amenazas de protestas de sus habitantes.