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jueves, 30 de julio de 2015

Juan José Toro desde Potosí protesta contra "los excesos de TeleSur" instrumento de los chavistas extendido a 6 países donde actúa "como propagandista" lejos de ejercer "periodismo" que esel espejo de la verdad y el equilibrio en la información. muy bien paisano y colega, así se defiende de adjetivos como "extrema derecha" a COMCIPO.

“La primera víctima de una guerra es la verdad”, dijo el barón de Ponsonby y, cada vez que un conflicto decanta las aguas de la información hacia uno u otro lado, la sentencia se hace realidad.
El ejemplo actual es el conflicto potosino. Y, aunque tengamos la referencia, uno se confunde cuando lee este avance de Telesur: “Gobierno reitera diálogo con organismos de la derecha”. Tras leerlo, uno se pregunta a qué se refiere. ¿Hay alguna conversación pendiente con el MNR, ADN o la UCS? Pero entonces uno lee el texto de la noticia y se sorprende al leer que la nota se refiere al Comité Cívico Potosinista (Comcipo).
Durante todo el conflicto, TeleSUR fue particularmente agresivo con Comcipo al que no sólo adjetivó como “derechista” sino que antepuso el adverbio “ultra” en la nota titulada “Bolivia llama al diálogo a comité de la ultraderecha en Potosí”.
Como cualquier periodista sabe, sólo se debe publicar las afirmaciones que se puede probar. Para calificar de “derechista” a una organización hay que tener una base mínima de sustento y peor si se le llama de “ultraderecha” porque ésta ya denota extremismo. Incluso hoy en día, solo se puede considerar de ultraderecha a partidos ya desaparecidos como el nacionalsocialista de Adolf Hitler o los fascios italianos de combate de Benito Mussolini.
Por lo que pude averiguar, TeleSUR nunca se contactó con los dirigentes de Comcipo para entrevistarlos o realizarles preguntas que les permita saber si, en efecto, son ultraderechistas.
Lo que pasa es que TeleSUR no es un medio periodístico sino de propaganda. Fue fundado por el fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez y es financiado por los gobiernos de ese país, de Argentina, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Uruguay.
La propaganda no es periodismo. Sus fines son propagar doctrinas y atraer adeptos. Su estrategia es la repetición con el objetivo de influir en la actitud de una comunidad respecto a alguna causa o posición. Se basa en la famosa fórmula del ministro de propaganda de Hitler, Joseph Goebbels: “Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad”.
Durante el conflicto potosino, TeleSUR no hizo periodismo sino propaganda. Defendió a uno de sus financiadores, el Gobierno boliviano, mediante la repetición de mensajes tendenciosos y falsos que buscaban que su público acepte la verdad de ese Gobierno.
Tras ver la forma en la que esa red televisiva falseó la verdad y la repitió descaradamente, habrá que reconocer que algunos medios del Estado boliviano no llegan a esos extremos. Si bien están inclinados al lado del Gobierno, el diario Cambio y la agencia ABI por lo menos ofrecen textos bien redactados que respetan algunas normas periodísticas. Los masivos, como Bolivia TV y las emisoras de la red Patria Nueva se disparan, gracias a la impericia de los conductores de programas, y caen fácilmente en la mentira.
Pero el Gobierno de Evo Morales no sólo dispone de medios estatales, muchos de los cuales fueron adquiridos bajo su administración, sino de una importante cantidad de medios paraestatales; es decir, medios supuestamente independientes que, en realidad, tienen la tarea de defenderlo.
Esos medios son los que reprodujeron la propaganda del Gobierno durante el conflicto y en algunas ocasiones hasta llegaron a atacar a Comcipo y al pueblo potosino.
Así, de manera desigual, se libró la guerra mediática en la que Potosí terminó perdiendo cuando no jugó de local.
El autor es periodista, Premio Nacional en Historia del Periodismo.

reclama El Deber, la urgencia de tomar en cuenta el pedido papal.DIÁLOGO. DIÁLOGO. DIALOGO. lo repite 3 veces para no olvidarlo. en primer lugar se refiere al tema del MAR, pero también lo aplica al conflicto de POTOSI, que está lejos de haber concluído. atendamos al diario mayor.

Todavía resuenan las palabras del papa Francisco en ese histórico discurso que pronunció en la Catedral Metropolitana de La Paz. “El diálogo es indispensable”, resaltó el santo padre, en referencia al histórico diferendo marítimo que separa a bolivianos y chilenos. Pero no fue la primera ni la única  vez que el pontífice hizo mención del diálogo como el único camino para enfrentar las diferencias en una sociedad democrática. Lo mencionó incansablemente en los tres países que visitó durante su histórica gira por Ecuador, Bolivia y Paraguay.

Pasaron casi 20 días y el país aún camina por la peligrosa cornisa de un difícil conflicto por las demandas regionales del departamento de Potosí que, por falta de previsión gubernamental, casi llega a un enfrentamiento fratricida. El reclamo potosino es público y conocido desde 2010, cuando los cívicos potosinos protagonizaron un paro regional de 19 días que conmocionó al país. Aunque algunas de sus demandas resultan sobredimensionadas, en gran medida, Potosí reclama no quedar al rezago de los beneficios del auge económico de las materias primas que, paradójicamente, se está terminando. Ante la falta de cumplimiento del pliego petitorio de aquel entonces, los cívicos potosinos retomaron el conflicto el 11 de mayo de este año, cuando los demandantes anunciaron un paro cívico de 24 horas con fuertes medidas de presión. Pasaron 71 días, 10 semanas, antes de que el Gobierno del presidente Evo Morales se percatara de que Potosí estaba decidido a no dejar pasar una factura que duele para un departamento que dio mucho más que minerales para el actual ‘proceso de cambio’.

¿Qué pasó con los ministros del Poder Ejecutivo? ¿No pudieron realizar medidas preventivas para evitar que la sangre llegue al río? ¿No sabían que para dialogar realmente había que escuchar? El paro cívico ha generado enormes pérdidas económicas y graves efectos para la población. Las actividades educativas fueron suspendidas, los mercados y comercios de la ciudad estuvieron cerrados, y el desabastecimiento causó grandes perjuicios. De no truncarse el diálogo, un acuerdo incluirá grandes promesas de obras públicas en un contexto económico adverso. ¿Qué capacidad real tiene el Ejecutivo para cumplir con esas demandas?

Ojalá el caso potosino sirva como referente para resolución de otros conflictos pendientes en el actual proceso. El diálogo no solo exige voluntades de cambio. El diálogo debe ser abierto, realista y oportuno. No realizarlo de esta manera es volver al país de los enfrentamientos, los bloqueos y las intransigencias

Gustavo Morales desde OPINION, registra datos interesante e importantes para estudiosos, y empresarios emprendedores que ven como una "posibilidad real" el crecimiento de Potosí, como un gran destino turístico. recordar que además de la "ciudad colonial" Potosí tiene el Salar, las lagunas con una fauna y flora impresionantes. el asunto será que alguna Universidad estimule el estudio de tesis que en conjunto sirvan para la oferta turística como base del desarrollo.

Según la OMT, las llegadas a América del Sur aumentaron un 5 por ciento en 2014 relativo de todas las regiones del mundo, recibió 13 millones más de turistas extranjeros, y elevando a 181 millones el total de llegadas. Los ingresos por turismo internacional en la región llegaron a los 274.000 millones de dólares, lo que significa un incremento del 3 por ciento en términos reales. La región incrementó su cuota de llegadas mundiales hasta un 16 por ciento , mientras que su cuota de ingresos ascendió hasta el 22 por ciento . Esta tendencia irá en aumento hasta el 2030.

Frente a esta realidad, mientras todas las regiones del mundo hacen el máximo esfuerzo para captar el mayor número de turistas, con la construcción de infraestructura y estructura turística, en Bolivia, pese a haber sido declarada la ciudad y el Cerro Rico de Potosí como Patrimonio de la Humanidad, no existe la voluntad política de parte del Gobierno, para poder crear las condiciones de consolidar a la Villa Imperial y su imponente Sumaj Orcko, como destino turístico. Datos extraoficiales brindados por algunas autoridades, nos muestran que el turismo en el departamento de Potosí, habría tenido una tasa de crecimiento del 11,1 por ciento de visitantes extranjeros, siendo la región de mayor crecimiento en todo el país, comparando con Sucre que solo habría alcanzado el 2 por ciento ; por lo tanto, estos datos son suficiente motivo para que las autoridades de turno, a nivel local y nacional, puedan atender las demandas que actualmente están expresadas dentro de las 26 peticiones que tiene el departamento de Potosí y por los cuales se han movilizado prácticamente todos los potosinos.

La ciudad de Potosí, representa una joya en el contexto universal, no en vano, repetimos, fue declarada por la Unesco como Patrimonio Universal. Se habla con mayor frecuencia que de acuerdo a la implementación de políticas y estrategias acordes a su envergadura histórico-cultural, principalmente, fácilmente se pueda convertir en el Cuzco II de América Latina.

Las políticas, estrategias están propuestas en el actual Plan Nacional de Turismo 2015-2020, cuando se plantea a partir de la filosofía del Vivir Bien, componentes y políticas en este modelo de desarrollo, y, como parte de su esquema, programas como: Orientación de la gestión de inversión pública en el sector turismo (Proyectos tipo modulares); Desarrollo y articulación de inversiones multisectoriales en las zonas y eventos turísticos priorizados; Conectividad y accesibilidad para la facilitación turística; asistencia técnica para la internalización de costos ambientales y culturales en la gestión pública; desarrollo de capacidades en igualdad de oportunidades, entre otros.

Bajo este paraguas legal, es que la preservación del Cerro Rico y la construcción de un aeropuerto internacional para la ciudad de Potosí, se constituyen en prioridades a ser encaradas en la presente gestión, en vista de poder diversificar la economía que desde tiempos inmemoriales se ha basado solo en la minería. Es el turismo una vía importante para alcanzar mejores días, redistribución de los ingresos, empleos y otras ventajas que se tienen que asimilar y cambiar definitivamente las competencias tradicionales de la ciudad y el departamento de Potosí, que se torna hasta en un incomprensible, cuando es quizás el departamento más rico en recursos naturales de Bolivia, pero a su vez el más pobre, social y económicamente hablando.