Salvo en Santa Cruz, donde le hicieron el mejor homenaje al centralismo al silenciar el Himno Cruceño, en el resto del país se le ha vuelto complicado al Gobierno hacer acto de presencia en las efemérides departamentales.
En el Beni, han anunciado que no permitirán la participación de los máximos jerarcas gubernamentales en las fechas cívicas del 18 de noviembre, hecho que ha sido criticado por las autoridades nacionales y atribuido a la “derecha”, que según indican, de esa manera expresa su temor al avance del MAS para las próximas elecciones.
Tal vez olvidan que el Beni fue recuperado por la oposición luego de un golpe que derrocó al gobernador de esa región, Ernesto Suárez. Pero antes de ir al Beni, el presidente y su comitiva deberán trasladarse a Potosí, que está de aniversario cívico el 10 de noviembre.
Los potosinos no están menos indignados que los benianos y anuncian medidas de protesta, paro y otras manifestaciones de rechazo a la presencia centralista, que se ha propuesto gobernador desde la Villa Imperial durante una semana. En Potosí están molestos y reclaman el cumplimiento de viejas promesas que no se han cumplido. Una de ellas es la planta de Carachipampa. Acusan a las autoridades de haberla hecho funcionar solamente para la foto y luego quedó en el olvido.