Vistas de página en total

miércoles, 18 de agosto de 2010

René Joaquino Alcalde Constitucional de Potosí optó por la renuncia para evitar que el MAS se haga de la Alcaldía Potosina. sigue "la razzia"

El suspendido alcalde de Potosí, René Joaquino, acusó, este miércoles, al fiscal Sandro Fuertes y al Ministerio Público en pleno de estar al servicio político del Movimiento Al Socialismo (MAS) para procesar y meter tras las rejas a los opositores al gobierno de Evo Morales. Joaquino fue reemplazado por Zenón Gutiérrez, concejal por Alianza Social.

Joaquino denunció que el Ministerio Público envió una nota al Concejo Municipal para propiciar su suspensión bajo la amenaza de iniciarles procesos judiciales por incumplimiento de deberes, por lo que decidió aceptar su suspensión temporal a fin de impedir que el MAS tome la Alcaldía.

"El Gobierno ha insistido en que el movimiento generado en Potosí tiene un culpable y ese culpable es René Joaquino y para esto ordenó a la Fiscalía que sólo representa al partido oficialista para procesarme. Yo respeto la decisión del Concejo Municipal más no comparto que el fiscal Sandro Fuertes esté al servicio de un partido político y se haya tomado la facultad de amenazar a los concejales para suspenderme", dijo.

Ante las amenazas del Ministerio Público, el Concejo Municipal de Potosí posesionó al cooperativista minero Zenón Gutiérrez de Alianza Social (AS) como alcalde interino en tanto dure el proceso en contra del alcalde titular.

"Yo decidí alejarme para evitar la persecución política contra los compañeros concejales de Alianza Social y se designe a Zenón seguiré como alcalde interino, mientras se soluciona el problema inexistente por la compra de autos a medio uso", sostuvo, Joaquino quien ganó con el 67 por ciento las elecciones del 4 de abril pasado y cuenta con siete concejales.

El Gobierno acusó al burgomaestre potosino de haber movilizado a los potosinos para la ejecución del paro general indefinido de Potosí que se prolongó por 18 días, a lo que Joaquino dijo que las acciones del MAS pusieron al descubierto la verdadera cara del Gobierno ante el pueblo potosino y boliviano. "El MAS pretende acallar al pueblo con juicios y ya no con balas como en las dictaduras, para tratar de copar todos los espacios de poder sin importar el costo social".

Considera que si antes los gobiernos militares usaban las armas para someter a los opositores ahora el gobierno usa como su "perro sabueso" al Ministerio Público para destruir vidas de los opositores y condenarlos sin previo derecho a un juicio legal y justo.

La presidenta de la Comisión de Constitución del Concejo Municipal, Virginia Vela (AS), dijo que no queda otra alternativa de suspender al ejecutivo municipal, en aplicación de la Ley Marco de Autonomías, además de evitar procesos por incumplimiento de deberes".

Para Joaquino su suspensión vulnera la Constitución Política del Estado que contradice a la Ley de Municipalidades y la Ley de Autonomías, en el sentido de que debe existir una sentencia ejecutoriada para suspender a una autoridad electa.

El Comité Cívico Potosinista se declaró en movilización permanente y los seguidores de Joaquino anunciaron una vigilia en puertas de la Alcaldía.

René Joaquino es el quinto alcalde que es suspendido del cargo por presiones del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS). El primero fue Jaime Barrón (Sucre) quien ya renunció al cargo, mientras que en Quillacollo (Cochabamba), Bermejo (Tarija) y Punata (Cochabamba), también hay autoridades interinas.
ANF

Ministro Coca ofende a Potosí de modo torpe e innecesario. Potosí dio muestra de claro civismo y respeto.

El ministro de la Presidencia, Óscar Coca, debe tener muchas virtudes para haber sido nombrado el funcionario de alta jerarquía más cercano del presidente Evo Morales.
Sin embargo, públicamente, ha mostrado una locuacidad carente de un elemental respeto y tacto en uno de los problemas más graves que ha enfrentado el gobierno de Evo Morales en todos  sus mandatos: el prolongado conflicto de Potosí que reclamaba diversas obras al Gobierno, mediante huelgas de hambre, bloqueos de caminos y otras medidas. Esta situación duró largos y sufridos diecinueve días, en los que miles de personas decidieron sacrificarse ellas mismas para apoyar las exigencias de su comité cívico.
Muy pocas veces se vio una unión tan sólida de la sociedad de un departamento en un movimiento cívico y el apoyo de, literalmente, todos los potosinos repartidos por todos los otros departamentos. Cientos de personas en una huelga de hambre declarada y miles en una huelga de hambre tácita al final del conflicto por la escasez dramática de alimentos.
La gravedad de este conflicto es aún más grande porque ocurrió en el departamento donde Evo Morales ganó abrumadoramente elecciones, referendos y otros comicios; en un bastión del Movimiento Al Socialismo.
Ya en las primeras reuniones preliminares que tuvieron como desenlace la instalación del diálogo, Óscar Coca dio muestras de intransigencia y utilizó expresiones que no ayudaban, precisamente, a allanar el camino. En Sucre pudo haberse dialogado antes. Ante mineros curtidos por una vida durísima, obreros pobres que pedían mejorar, por fin, sus condiciones; campesinos que, luego de una existencia marginal entre los marginales, usaban sus recientes derechos, nadie que forme parte de un Gobierno popular y de cambio puede usar un lenguaje y tono altaneros como lo hizo Coca, sino de profundo respeto y humildad.
Terminado el conflicto, con las carreteras despejadas de sus barricadas, la vuelta al trabajo y con los acuerdos  firmados, la conducta del Gobierno debía dirigirse a la recuperación de la confianza de una sociedad que lo enfrentó y, políticamente, a reconstruir la pérdida que le supone.
Pero, el ministro Coca hace lo contrario: se burla del movimiento con frases ofensivas a cuantos participaron en él, profundizando las heridas en lugar de curarlas y cicatrizarlas.