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martes, 27 de diciembre de 2011

no podía faltar la palabra oficial de Chile. los tratados están vigentes. al declarar Evo en Cusco sobre su relación con Chile. qué dice la contraréplica? | Bolivia hacia el Mar.





El presidente Morales la ha pasado de lo lindo en el Perú. Recibimiento con honores, huésped ilustre, hotel de 1.500 dólares la noche, turismo de primera y de yapa, una goleada de antología durante un partido de fútbol en el que su colega Ollanta Humala le permitió a Evo hacer todas las jugadas que quiso. Solo faltó un “honoris causa” para terminar de lustrar el interminable ego del mandatario boliviano. Ollanta Humala se portó como el mejor anfitrión y entre ambos presidentes han firmado una nutrida agenda de integración que incluye por supuesto, el tema marítimo, sobre el cual, el jefe de Estado peruano lanzó fuertes expresiones de apoyo a Bolivia que inmediatamente causaron malestar en Chile. La visita de Evo Morales a Perú se produce en el marco de la nueva estrategia marítima que propone llevar el tema a los tribunales de La Haya. Perú se presta a la jugada porque también existen temas pendientes con Chile y sobre todo, porque entre ambos países siempre se han disputado el liderazgo sobre Bolivia. En este momento, la pelota está en el terreno peruano y los golazos que valen los ha hecho Perú, que tradicionalmente ha sido un obstáculo para que Bolivia acceda al Pacífico.



no podía faltar la palabra oficial de Chile. los tratados están vigentes. al declarar Evo en Cusco sobre su relación con Chile. qué dice la contraréplica? | Bolivia hacia el Mar.:

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potosino notable Grover Echevarría compañero de escuela y colega de Radiodifusión hizo una gran carrera y se mantiene firma relatando partidos de fútbol para toda Bolivia. Felicidades Gróver (Foto Texto de La Razón)


Aquella pasión que nació como una afición y entretenimiento de adolescente se convirtió en parte esencial en la vida profesional de Grover Echavarría, director de RadioDeporte, quien hoy cumple 72 años, y que ha marcado estilo y sello particulares con su relato, gritando miles y miles de goles.
Grover Echavarría Pozo, quien nació el 26 de diciembre de 1939, en Potosí, dedicó gran parte de su vida, casi medio siglo, al periodismo deportivo, en particular al relato. Lo escucharon quienes ahora son abuelos, los hijos de éstos y también sus nietos.

La voz sobria, elegante e inconfundible de Grover ya tiene su lugar en la historia del relato boliviano, por ello mismo comenzó a dejar la posta en su organización, que creó junto con su hermano Remberto, a la sangre joven, como su hijo Fernando, para que la dinastía de los Echavarría siga vigente en el éter.
“La pasión por el fútbol y el periodismo van intrínsecos en el periodista de deportes. Desde que uno lo practica en el colegio y hasta cuando es joven. Yo comencé relatando básquetbol en Potosí, luego en La Paz ya incursioné en el fútbol, que es el deporte rey que nos trasladó y colocó hasta donde hemos llegado actualmente”, destaca .
Los 72 años que hoy cumple, de ellos casi cinco décadas destinadas al periodismo, asegura  que los disfrutó plenamente, ya sea en radio, televisión, prensa escrita y hasta el trabajo institucional que le tocó cumplir.
Recuerda que con el relato no hay fin de semana para la familia y que el periodista tiene que darse modos para atender y ver a la esposa e hijos. Estuvo en partidos de Liga, copas de clubes, eliminatorias, Mundiales, con un cariño especial al de Estados Unidos 1994, cuando fue a la cobertura de la selección boliviana.
“A mí nunca me cansó el deporte, menos el fútbol. Considero que para los relatores nuestra segunda casa son las cabinas de transmisión de los diversos estadios, donde pasamos los días de la semana cuando hay fútbol y los sábados y domingos. Había fechas complicadas cuando se presentaban muchas cosas y el esfuerzo era insuficiente”.
Vio jugar en la última parte de su carrera a Víctor Agustín Ugarte, el nacimiento futbolero de varias estrellas como Ovidio Messa, Carlos Aragonés, Erwin Romero, Erwin Sánchez, Joaquín Botero o Alejandro Chumacero. Y también vio el alejamiento del fútbol de algunas de esas estrellas, mientras él sigue en el relato.
Formación. Echavarría destaca que entonces la única manera de aprender y constituirse en un destacado comunicador era escuchando, practicando y corrigiendo. “La verdad que nuestra formación fue dedicarle mucho a la actividad deportiva y a la radial, es así como fuimos capacitándonos y mejorando”.Recordó que tenía extraordinarias colecciones de revistas deportivas internacionales como El Gráfico, Goles y Mundo Deportivo y que se suscribió a algunas publicaciones internacionales en las que uno no dejaba de sorber nuevos conocimientos.
Durante 10 años también cumplió la labor institucional como jefe de Relaciones Públicas del Ministerio de Asuntos Campesinos, luego ya se hizo cargo de toda la dirección de RadioDeporte, desde la producción hasta el manejo publicitario y las transmisiones como tal.
“Lo que pasa es que antes estuvimos alternando, pero cuando la envergadura del programa creció, pues ya nos obligó a dedicarle mucho más tiempo”.Echavarría, durante un año, trabajó en el periódico El Nacional. En esa oportunidad se hizo cargo de la página deportiva.
Luego, durante muchos años estuvo en TvDeporte, en el canal estatal, junto con su hermano Remberto, y luego en el canal 9, cuando era Paceña de Televisión, el primer canal privado del país.
“La locura del periodismo te quita tiempo y espacio, por eso mismo es que uno tiene que contar con el apoyo decidido de la familia para seguir”.
       El ‘otro’ Grover, buen salsero y cantante de tango y samba
La sobriedad, seriedad y profesionalismo en el relato con el que se conoce a Grover Echavarría, tienen como lado paralelo a un hombre distinto, que sabe disfrutar la vida y los momentos especiales con la familia y los amigos, quienes destacan de él a un gran bailarín de salsa y cantante de tangos y sambas, como los argentinos.
Su fama de bailarín de salsa le significó elogios allá donde le tocó compartir algún momento de diversión, incluyendo a los propios amigos venezolanos, donde dicho ritmo se baila a gran nivel y uno para ser elogiado tiene que mostrar ese nivel.
“También me gusta cantar bastante, en especial los tangos. Tengo en casa el karaoke y muchas personas me preguntaron por qué no fui cantor con la voz que tengo, pero lo mío es el relato”, sostiene.
Consultado porque lo ven como a un hombre bastante serio, respondió que es serio en el trabajo, pero que en realidad es muy alegre, pues disfruta la vida en su plenitud.
“Internamente me gusta la vida, la disfruto toda, en el hogar, como papá, como abuelo, en el trabajo como director, como relator. A todo lo que hice siempre le metí pasión, cariño, dedicación”.
Entre sus gustos culinarios está el charquekán orureño y entre los de afuera está un bife argentino por la calidad de la carne, cuya comida le gusta acompañar con un buen vino. “Sin embargo, la mejor bebida para mí es el whisky, que la disfruto porque la siento. No me excedo. Además que un relator siempre tiene que cuidar la garganta para los partidos”.
Continúa en la práctica deportiva
Áquet y piscina
Considera que el hecho de practicar el ráquetbol y nadar en la piscina le ayudan bastante a mantener una gran vitalidad que se trasluce en el relato que mantiene con fuerza, agilidad y reacción inmediata para precisar lo que sucede en los partidos.
Centrodelantero
“En la cancha yo jugaba de centrodelantero, era goleador, ágil para saltar y cabecear. Lo evidente es que cuando trabajaba en el Ministerio de Asuntos Campesinos jugábamos bastante con los diversos colegas del periodismo”, recuerda.
Estudio y trabajo
Estudió 11 años en el colegio Franciscano y uno en el colegio Pichincha en Potosí; un par de años antes de terminar sus estudios, comenzó su labor radial en radio Potosí y en Liberación, luego se vino a La Paz.
Radiodeporte
En la sede de gobierno se unió con su hermano Remberto y juntos fundaron la organización radial RadioDeporte, un país en sintonía. Eso ocurrió el 5 de mayo de 1963. El programa fue sobre todo futbolero, pero hubo ocasiones que dedicó importantes espacios a otras disciplinas.
Un amigo
En la faceta de padre, sostiene que la mejor fórmula que le tocó aplicar para llevar una mejor relación con sus hijos Javier, Fernando y Mauricio fue la de ser un amigo, similar a la que desarrolla con sus siete nietos.  

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Walter Zuleta es un potosino querido y respetado en todos los niveles sociales de nuestro Potosí, por su honestidad, su claridad de pensamiento, su prodigalidad por ellos sus textos son siempre bienvenidos

CONSIDERACIONES SOBRE LAS “MALAS PALABRAS

Soy crítico acérrimo de la ordinariez y  procacidad que desde años atrás, de modo progresivo introduce en su lenguaje la juventud actual, y muy notoriamente la de sexo femenino, que en su diario vivir ha reemplazado la delicadeza y urbanidad de nuestro Idioma Castellano con vocablos de zafiedad tal, que en tiempos pasados hubiera hecho ruborizar a los patanes más avezados.
Esta tendencia, que desde luego no puede ser atribuida al Sr. Evo Morales Ayma pues comenzó antes de su ascenso al gobierno, fue adoptada por adolescentes y de manera curiosa absorbida por un alto porcentaje de damas de clase media, que probablemente hallen en las palabras groseras un símbolo de igualdad frente al machismo, o acaso un exquisito toque de la moda que supuestamente les proporciona alto atractivo personal, sin hacer caso a las consecuencias de orden social y familiar que pudieran derivar de su inclinación.
Conozco el caso de una bella madre treintañera, profesional universitaria por añadidura, que no podía inferir para sí, ni explicar a sus familiares, a qué tipo de influencia obedecía la propensión de su hijo de cinco años, precoz exponente de vocablos soeces y atrevidos, atribuyendo este influjo a los amigos del hermano mayor y a los empleados del servicio doméstico o también a los alumnos del establecimiento escolar. El misterio me fue repentinamente develado cuando de modo fortuito sorprendí un animado coloquio plagado de patanería, zafiedad, ordinariez y otros equivalentes a grosería, que despreocupadamente intercambiaban amigas de familiaridad con la susodicha dama, cuyas palabrotas dejaban muy lejos en contundencia a las de su retoño, con el natural menoscabo de la respetabilidad y simpatía de su imagen.
No quiero ser considerado excesivamente puritano respecto a este tema. Mi oposición es al lenguaje descomedido, tosco y ordinario que practica cada vez mayor número de niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, de forma cotidiana y   pública, sustituyendo las expresiones cultas y delicadas del parlar español. Reconozco, no obstante, la utilidad de dejar escapar ocasionalmente un taco o vociferar una palabrota, siempre que sea en tiempo oportuno y sirva para liberar el espíritu de cualquier tipo de opresión.
Debo confesar, para no pecar de hipocresía, que de manera esporádica he hecho resonar pocos vocablos soeces y ordinarios en pláticas privadas, cuando se trataba de enfatizar enfado, o en actuaciones  públicas para aumentar el calor al discurso, mas de ninguna manera he pretendido siquiera convertir estos deslices en idioma habitual y continuo como ocurre con el gentío de los tiempos actuales.
Los hombres de mi generación nacidos en la década de los treinta teníamos un reducido repertorio de “malas palabras” propias del “lenguaje de carretoneros” según calificación de nuestros progenitores. Estas palabrotas y sus  frases combinadas que ocasionalmente repetíamos no pasaban del número de cuatro a saber:
La primera, la más popular hasta hoy, PUTA y sus diversas combinaciones de uso se referían al oficio más antiguo del mundo endosado a la ascendencia o a la actividad propia de la persona contrincante y en otros casos empleada para exteriorizar el asombro de la parte actora ante un hecho insólito.
La segunda frase inspirada en el infando producto fecal que presumiblemente se acumula en algún recinto de castigo para el interlocutor, manifestaba originalmente a manera de prevención ¡VAYA A LA MIERDA!, frase que dado el carácter considerado de los bolivianos de occidente, cuidadosos de emplear el tuteo en sus relaciones, se transformó en ¡VAYA USTED A LA MIERDA! y por su  propensión a abreviar y mutilar vocablos llegó a su versión final ¡VA’STE A LA MIERDA!  Fuera de la frase, la palabra separada se utilizó como expresión de asombro ante lo imprevisto.
La tercera palabrota ¡COJUDO! instituida para quien era reputado incompetente, estólido y torpe,  no tenía el alcance de un insulto en sí, sino el de una manera de advertirle respecto a su conducta que precisaba ser rectificada.
El cuarto de los términos ¡CARAJO! tiene hasta hoy –entre varias- dos principales connotaciones, una que impone autoridad frente al interlocutor y otra que denota estupefacción ante un hecho insólito. Estas aplicaciones podrán comprenderse mejor apelando a una antigua narración de la Guerra del Chaco que daba cuenta del fuerte impacto emocional que asaltó a un “soldadito”-en el decir boliviano- una tremebunda carga de la infantería “pila” que le impulsó a desprenderse de su impedimenta y emprender veloz carrera con todo lo que le permitían sus piernas por una de las sendas que conducía a la retaguardia. Esta desesperada corrida, con la mirada fija en el  suelo finalizó abruptamente en una curva del sendero al producirse violenta colisión  con el abdomen de un rollizo oficial que dio con su humanidad al piso,-¡Perdón , perdón mi Teniente!-,  gritó alarmado,  respondiendo a tiempo de incorporarse el aludido -¡Qué Teniente ni qué Teniente! ¡carajo! ¿no ve que soy su General?- ¡Ay carajo, musitó el soldado,- ¿tanto siempre he corrido?
Armado de este casi ingenuo y modesto arsenal de “malas palabras” hubiera deseado asistir en Bolivia a cada uno de los actos trascendentes del “proceso de cambio” que encabeza don Evo Morales Ayma, aún con el riesgo de que mi calificación ciudadana a los mismos,  pudiera ampliar el uso todavía esporádico de mis tacos.  Me hubiera causado grande ilusión por ejemplo, encontrarme presente en el acto de proclamación en la ciudad de El Alto el 7 de febrero del 2009 para expresar a voz en cuello mi sorpresa y desencanto respecto a la Constitución Política del Estado Plurinacional. “¡Qué mescolanza! ¡Qué texto! ¿QUE CARAJO ES ESTO?”
O tener la suficiente confianza con don Evo Morales Ayma y coincidir con él en la sede de la ONU para advertirle con el mayor respeto y los mejores deseos “ ¡NO SEA USTED PUES TAN COJUDO MI COMANDANTE! A quién se le ocurre reunirse en Cuba con Fidel Castro   y  Hugo Chavez, precisamente la víspera de cada viaje suyo a la Asamblea de las NN.UU. en Nueva York? ¡Así todo el mundo advierte que su “abuelito sabio” y su “ insigne mentor”, juntos, le manipulan y le inducen a decir con énfasis lo que ellos quieren y Ud. mismo no comprende!”
O haber podido asistir a la actuación pública de nuestro ilustre Jefe de Gobierno y a la vez Presidente del Poder Legislativo, en la que trataba de justificar el fracaso oficialista en las elecciones del Poder Judicial, intentando convencer que “hubo ganancia en los 400.000 votos, pues antiguamente se elegía sólo con 157 sufragios” para decirle con toda claridad “ ¡VA’ STE A LA MIERDA don Alvaro , si es que piensa que los bolivianos somos tan COJUDOS que desconocemos lo que significa el voto por delegación en Democracia Representativa!  ¿O es que no está muy seguro de que los Diputados y Senadores de su gobierno representen a alguien? ”

Como no puede hacerse realidad cada uno de los deseos personales continúo opuesto a que mujeres y hombres, jóvenes y adultos de mi Patria hagan propio el lenguaje ordinario de patanes.

Walter Humberto Zuleta Roncal
Washington, 7 de diciembre del 2011

viernes, 9 de diciembre de 2011

Potosí aspira contar con su propio Campo Ferial. Entonces "manos a la obra" deberá ser fruto del esfuerzo propio y de sus instituciones. Juan José Toro

Se trata, entonces, de un nuevo Potosí, uno que ya no piensa tanto en las maldades de un clima que ha pasado a segundo plano sino que pretende recuperar el espíritu emprendedor que siempre tuvo esta ciudad (…). Con razón Cervantes acuñó la frase que nosotros, los nacidos en esta tierra, no nos cansamos de repetir: “Vale un Potosí”
Para nadie es un secreto que Potosí está emplazada en un lugar agreste y de clima hostil, tanto que resulta difícil aceptar que a alguien se le haya ocurrido fundar una ciudad en ese lugar.
Y la verdad es que Potosí nunca fue fundada.
Los españoles que descubrieron los yacimientos de plata del Cerro Rico no tenían intención de quedarse demasiado tiempo así que sólo hicieron edificar unas cuantas casas, a guisa de un campamento minero que debía levantarse cuando se acabe el mineral.
Pero el mineral jamás se acabó y las primeras casas se convirtieron en la ciudad más pujante de su tiempo, tanto que era algo así como Nueva York en los tiempos de mayor auge del capitalismo.
Así, sin necesidad de acto fundacional, Potosí nació, creció y vivió. La gelidez de su clima y la sequedad de su ambiente fueron y son problemas que nunca pesaron tanto como para que la ciudad desaparezca. Quizás lo más cerca que estuvo de eso fue la crisis de 1983, cuando la caída del precio de los minerales en el mercado internacional y la sequía que castigaron a la ciudad provocaron un éxodo masivo que estuvo a punto de condenarla a su abandono total.
Pero Potosí vivió y el mal momento pasó.
Merced al calentamiento global, el clima de Potosí no es el mismo de antes y ahora hasta se puede hablar de días de intenso calor.
La ciudad todavía no es un vergel pero su gente aumentó en cantidad y la nueva bonanza de la minería generó un movimiento económico incluso mayor que en su vecina Sucre.
Hoy en día nadie habla de irse de Potosí y el precio de las casas, anticréticos o alquileres es mayor que en otras ciudades. Los negocios de venta de comidas son rentables y los empresarios dirigen sus miradas a actividades distintas a la minería.
La visión de los potosinos frente a la vida ha cambiado tanto que la actitud y el discurso de sus habitantes son diferentes a los de años recién pasados.
Quizás por eso, la Federación de Empresarios Privados de Potosí, la Cámara de Comercio e Industria, la Cámara Departamental de la Construcción y la Cámara Departamental de Minería se juntaron en un emprendimiento denominado Fundación Nuevo Siglo que organizó la Fiposi.
La Fiposi es la Feria Internacional de Potosí, una que arrancó la anterior semana y todavía se realiza en sectores cubiertos del estadio “Víctor Agustín Ugarte”. La gente que acude hasta allá apenas se da tiempo para visitar los más de 160 stands y algunos de los expositores se quejan porque consideran que el lugar sigue siendo pequeño para sus necesidades. “Es necesario un campo ferial”, dicen.
Pues bien, el principal objetivo de esta feria es conseguir los recursos necesarios para la instalación de un campo ferial en el que Potosí pueda mostrar sus ofertas y recibir las que vienen del interior y exterior del país.
La rueda de negocios está prevista para los últimos días pero reportes preliminares dan cuenta que muchos expositores logran vender sus productos, incluso los importadores de vehículos que trajeron sus últimos modelos a la feria.
Se trata, entonces, de un nuevo Potosí, uno que ya no piensa tanto en las maldades de un clima que ha pasado a segundo plano sino que pretende recuperar el espíritu emprendedor que siempre tuvo esta ciudad y que, por eso mismo, superó todas las adversidades desde 1545, cuando se descubrió la inacabable riqueza de su cerro. Con razón Cervantes acuñó la frase que nosotros, los nacidos en esta tierra, no nos cansamos de repetir: “Vale un Potosí”.