Los hornos de la planta fueron encendidos hoy por primera vez, en presencia del presidente Evo Morales, el ministro de Minería, Mario Virreira, y del gobernador de Potosí, Félix González.
La fundidora fue construida en 1985 para procesar plomo y plata, con créditos alemanes y belgas por 200 millones de dólares, pero no funcionó porque entonces la producción era insuficiente.
El Gobierno de Morales también tuvo un conflicto con la empresa canadiense Atlas Precious Metals, que en 2008 había comprometido 85 millones de dólares para poner en marcha el complejo.
El Ejecutivo cobró en 2010 a la canadiense una garantía de 850.000 dólares, con el argumento de que no había avances en el proyecto y que sus inversiones apenas llegaron a dos millones.
Un año después, Atlas y las autoridades bolivianas alcanzaron un acuerdo económico para la salida de la empresa del proyecto, que pasó a la administración de la Comibol.
Morales informó hoy que la Comibol invirtió unos 6,4 millones de dólares para la rehabilitación y puesta en marcha de la fundidora, que cuenta con 50 millones de dólares para sus primeras operaciones.
Según el mandatario, de los 50 millones de dólares ya se usaron 14,3 millones para comprar unas 7.000 toneladas de mineral a la Minera San Cristóbal, una filial de la japonesa Sumitomo que opera el mayor proyecto minero en operación en Bolivia.
La producción de Karachipampa proyectada por el Gobierno es de 21.000 toneladas anuales de plomo y 163.000 de plata.
Morales también anunció que entre junio y julio, Bolivia comenzará a exportar lingotes de plomo y plata, aunque no precisó a qué mercados, y agregó que "esta comercialización movilizará casi 200 millones de dólares al año".
La fundidora logrará también un ingreso adicional de 18 millones de dólares anuales por la venta de otros subproductos, como óxido de zinc, cristales de bismuto y mate de cobre, entre otros.
El Ejecutivo calcula que este año, el complejo tendrá un ganancia neta de 3,4 millones de dólares, cifra que se incrementará a 6,7 millones dentro de diez años.
Karachipampa cuenta con la provisión de 11 litros de agua por segundo, 6,6 magawatios de energía eléctrica, aunque los 12 necesarios están garantizados, oxigeno y gas natural, además funciona en la zona industrial dispuesta en la región.
Morales exhortó en la ocasión a aprobar una norma departamental para evitar que la ganancia que se genera en la región se quede en ella y así los privados reinviertan utilidades.
