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sábado, 7 de julio de 2012

Humberto Iporre Salinas ilustre potosino músico y compositor, que fuera maestro de música en el Colegio Franciscano nos inspita en el encuentro con Guido Ferrufino

Potosinito de mi querer. Potosinito de mi soñar...a tí solito yo te amaré, a tí solito adoraré! (H.Iporre Salinas. potosino)

me puse a tonadear aquel dia jueves por la mañana en la Plaza Colón de Cochabamba cuando vi al hombre, al amigo, al compatriota Guido Ferrufino que venía en el sentido contrario de la acerca. Habían pasado 60 años desde la última vez que nos encontramos y sin embargo, zas! de una ojeada en forma instantánea, esta allí, ante mí, nada menos que Guido Ferrufino.

de inmediato afloraron en tropel hermosos sentimientos de nuestro Potosí natal, del colegio Franciscano, de la calle Omiste, de sus padres y mis hermanas, del gran maestro Humberto Iporre Salinas, compositor y profesor nuestro, autor de Potosino Soy, de la cueca Tu Orgullo, de la suite india El Mitayo, de valsesitos, de taquiraris, y en este caso, impulsor y animador del trio "Potosinitos" compuesto por Ferrufino, por Barrenechea, por Leaño. Cómo no recordar al trío, infaltable en las veladas artísticas y requerito en todas las fiestas...el trío se hizo pronto famoso y estaban ahí cantando en castellano y en quéchua, vestidos de azul y camisa blanca...esto ocurría por el 1947, 48 ocurrió antes de la muerte de mi padre Bernardino Aira ocurrida en Sucre 1949 que marcó mi salida de la ciudad de Potosí, rumbo al colegio Don Bosco de los sacerdotes salesianos...nunca más volví a saber del trío, ni escuchar sus canciones, porque entonces, no había como hoy la magia del grabador, de las cámaras que registran la imagen y el sonido...de las filmadoras o más aún de los teléfonos inteligentes que son verdaderas máquinas que hacen de todo, filman, fotografían, traen imágenes y bajan canciones, te transportan en segundos a cualquier lugar del mundo, o sea que son un prodigio.

qué decir de la memoria humana, de ese poder ver al amigo de la infancia después de 60 años o más...y en triqui, traque, traer a la mente, no sólo las imágenes de aquel Potosí querido, de su Boulevar, de los mitayos, de los primeros rostroso femeninos Blanca Villavicencio, Martha y Melva Quezada, de Victoria, de Raquel casda justamente con Belisario Iporre Salinas, hermano menor de don Humberto y vecino mío porque siendo propietario del "almacenes BIS" por su nombre y apellidos pero también porque bis quiere decir "repatición"...de Olga Cuba...en fin de una legión de personajes que perviven en el subconsiente y que esperan tan sólo un timbrazo mágico para salir a flote, en el movimiento de los dedos sobre la tangente de mi computadora personal.

no sé qué admirar más. si el talento humano, su cerebro, la memoria que actúa con mayor inmediatez que la cajita mágica del PC con todos sus implementos que no cesan, van en aumento y se hacen más veloces y próximos...le pedí a Guido su e--mail que lo tenía a mano y me escribió también sus teléfonos. Cómo sentí no haberme sentado en algún lugar próximo y platicado hasta quedar sin aliento...esclavos del tiempo, debía marcharme de Cochabamba a Santa Cruz en horas más y el tiempo me resultaba corto, por ello cumplo hoy en publicar esta crónica y en ponerle un correo al amigo de siempre, esperando su respuesta y sus noticias...con ansiedad.