La primera palabra Severo es de agradecimiento por esos recuerdos que compartimos juntos y la mención de nombres tan queridos. Si me permites voy a citar su carta y ésta respuesta en mi blog POTOSINO SOY. En efecto soy potosino y estuve ligado a Cordeco por cuando la Junta de la Comunidad (Junco) me nombró delegado algunas veces para participar con la Corporación en alguna de las tareas que llevó adelante como la celebración del IV Centenario de la Fundación de Cochabamba, cuya secretaría ejecutiva desempeñé durante algunos meses.
Acerca de nuestra querida Villa Imperial y la mención del Colegio Santa Rosa frente a la torre de la Compañía de Jesús, en que estudiaron mis hermanas Adela y Norah Aira y la escuelita Primero de Abril, yo mismo fui alumno durante uno o dos años de otra escuela muy humilde Daniel Campos que no sé si aún existe al final de la calle Bustillos cerca del camal (carnicería municipal) donde se podía comer chicharrón de venta las puertas del mismo.
Claro que tenemos orgullo de proclamar nuestra potosinidad, por varios motivos. La nobleza de su suelo, su generosidad sin par al abrir el goce de sus riquezas a propios y extraños. Por su intelectualidad tanto durante la Colonia como en la República y ya que mencionas a Gesta Bárbara (primera y segunda fundaciones) aglutinó a lo más preciado de la juventud pensante, como Valentín Abecia que ha fallecido no hace mucho. Estoy estudiando la trascendencia del grupo que tantas satisfacciones le dio a Bolivia, con una producción especialmente literaria abundante, pródiga que por desgracia pocos conocen en detalle.
Para seguir el hilo de tus letras, mencionas San Martín y La Merced, al padre Fuster hombre enérgico, de gran formación espiritual, predicador extraordinario y al padre Galeana delgado y con apariencia de gran fragilidad, me descubres que sigue viviendo en Cochabamba, mis oraciones por él y cuando esté por la llajta intentaré visitarlo. También al padre José Zárate el único sacerdote que fue Alcalde, Prefecto, Diputado y Senador, mi profesor y asesor de la JEC (Juventud Estudiantil Católica) que presidí en Potosí en 1955-56. Al profesor Bohorquez Ramírez entregado al ministerio de la formación de la juventud potosina, a Humberto Iporre mi profesor de música y que nos enseñó el “Potosino Kani” de su autoría, su “Oración del Mitayo” su cueca “Tu Orgullo”, sus tantas y sentidas composiciones que no olvidamos nunca. Finalmente nombras al Padre Faustino alto, simpático con un español a medias tan popular entre las familias de los alumnos del Franciscano.
Sí, Severo gracias por todos esos recuerdos que no voy a olvidar y que guardo en el corazón. Dónde vives actualmente? Mantienes contactos con Potosí, tienes sin duda buenos amigos que nos podrán ayudar en el intento de reconstruir parte de la historia de nuestros tiempos!
Un abrazo y hasta siempre
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