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martes, 10 de octubre de 2017

Felicitar a Guillermo por este artículo, uno de los mejores de su autoría cuando se refiere a Potosí, al apogeo que tuvo más poblado que Nueva York, Paris, Roma o Buenos Aires, Potosí que convirtió a Espana en un Imperio, que marcó el auge de la plata a nivel mundial cumbre de la prosperidad con su Casa de la Moneda célebre en el Universo...y que aún hoy la plata sigue siendo símbolo de poder y esplendor.

Pocas veces en la historia, los metales preciosos embargaron tanto la atención de la humanidad como     ahora. Cuando se opina del oro, pronto se hablará de la plata.

En un momento dado fue la plata que dio a Bolivia su fama y su prestigio inigualable como país minero, como productor de metales preciosos, como lugar de ilimitadas riquezas en el mundo.
La plata es conocida por los hombres desde tiempos inmemoriales. Tres mil años antes de Jesucristo, la plata jugaba un rol importante en Mesopotamia al lado del rey de los metales, al lado del oro.
El comercio español de plata con los fenicios es conocido en la historia económica y la gran riqueza de plata de los romanos también tenía su origen en España. Sugestivo es que en idioma español plata es equivalente de dinero.

Desde el mismo año 1492 existen estadísticas sobre la producción de la plata en escala mundial. América era un continente lleno de plata. En 1522 ya se transportaba plata desde México hacia la “madre patria”. En América del Norte, en Nevada, Utah, Colorado, California, Arizona, Montana, Idaho, New México, Oregón y Washington se descubrieron riquísimos yacimientos.

El maravilloso yacimiento del Cerro Rico de Potosí fue explotado sistemáticamente desde el año 1545. Fue algo fabuloso, la producción mundial de la plata se incrementaba de un momento a otro. El poderío y la riqueza de la corona española llegaron a límites inauditos. El Cerro Rico fue la cumbre de la prosperidad y a su pie la famosa ciudad de Potosí, la Villa Imperial, una de las más célebres urbes del mundo entero.

La fama de la Casa de la Moneda llega hasta los últimos rincones del mundo. Potosí cobró particular importancia cuando en 1571 se introducía el proceso de amalgamación en nuestro país, originalmente descubierto por Bartolomé de Medina en 1560. Sistemáticamente, los españoles explotaban la plata en las minas potosinas y otras de la región, del Perú y de México, y es ingente la cantidad do plata boliviana que encontró el camino hacia las bóvedas españolas.

Las joyas de plata son ahora tan apreciadas como lo fueron hace miles de años. En la química, en la construcción de aparatos para la medicina y otras ciencias, en las naves espaciales, en la electrotécnica, en la fotografía y en la fabricación de espejos, ante todo en la fabricación de productos farmacéuticos la plata es irreemplazable, y como moneda es apreciada en todo el mundo.

A partir del descubrimiento de la plata del Cerro Rico de Potosí en 1545, se considera que esta era de la plata tiene más de 500 años. En su verdadera dimensión, se puede decir que fue el yacimiento de plata más grande del mundo. Un viejo adagio español sostenía en su tiempo que se podía construir un puente de plata desde Potosí hasta España.

Una relación de la importancia de este yacimiento de plata, indica que en los siglos 17 y 18 Nueva York y Roma tenían una población de 45.000 habitantes. París y Amberes 50.000, Lima capital del Virreinato del Perú tenía 29.000 habitantes, llegando a establecer que Potosí tenía un auge económico con una población de 160.000 habitantes.

La plata de Potosí geopolíticamente cambió las estructuras socioeconómicas de toda esta región latinoamericana convirtiéndose en el poder económico más grande del planeta para España y los bancos de los países circundantes como Inglaterra, Alemania, Francia, etc.

Entre 1752 a 1772 se construyó la Casa de la Moneda en Potosí para el acuñamiento de monedas en ese bello monumento histórico que hasta hoy permanece como un centro turístico.

La plata de Potosí llegó al extremo de cambiar el nombre de la ciudad de Charcas en ese tiempo por el de la Ciudad de la Plata. De la misma manera, se instituyó el nombre del río de la plata. Al fundar la provincia de Buenos Aires, se denominó su capital la Ciudad de la Plata. Para concluir se fundó la República Argentina con ese nombre científico, de la plata “Ag” Argentium.