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miércoles, 31 de octubre de 2018

10 prolegómenos en homenaje a Potosí, que cumple el 10 de noviembre otra efemérides. Veneración y respeto a los escritores potosinos como Medinacelli cuya descripción de la Villa nos llena de emoción y afecto.

Potosí tiene el orgullo de Haber dado nacimiento a Gesta Bárbara (fundación primera) que se constituyó en la agrupación más notable de principios de siglo. la historia de Gesta Bárbara es simplemente apasionante y no podríamos honrar mejor a sus componentes que refiriéndonos al notable grupo de intelectuales con el Mayor detalle posible, labor difícil por la exhuberante producción artística, especialmente en el campo de las letras, de la literatura, la narración, el cuento, la poesía y el ensayo.Ccomo preámbulo mencionar a la fundación cultural del Banco Central de Bolivia conformada por Valentín Abecia, Carlos Calvo Galindo, Alberto Cresto Rodas, Teresa Gisbert Carbonell, Jacobo Libertamnn, Salvador Romero Pittari, Armando Soriano Badani que encomendaron la secretaría Ejecutiva al notable periodista e investigador Alberto Bailey Gutiérrez que consagró varios años de su existencia a consolidar esta fundación, sin duda, la más relevante de la intelectualidad boliviana, numerosas obras se deben a su iniciativa, a su empuje, a su inteligencia, entre ellas Haber recuperado la producción de Gesta Bárbara, en sus períodos y Haber entregado sendas obras que constituyen un tesoro que los bolivianos debemos conservar, estudiar, difundir.

Rescatamos el texto de Carlos Medinacelli en los prolegómenos de la primera fundación de Gesta Bárbara. "Después de su periplo, Ulises cuenta que lloró al divisar su Itaca, algo parecido me pasó cuandi vi que después de muchos años la Ciudad de Potosí era la misma, Tierra rugosa, cielo abierto y claro, de montaña, donde se acuna un sol esplendoroso, casas con sus fachadas gastadas por el tiempo, de una o dos plantas, esta últimas con enfarolados o balcones cubiertos por ventanas de vidrio como buscando el sol que da luz y calor. Todas con gachas, parecen encorbadas y no trazadas a promada, muestran sus lomos. Las ventanas enrejadas me recuerdan a Toledo, las Puertas son macizas con aldabones y tocadores de bronde, algunas tienen piñas metálicas como el seno de una mujer joven. Las calles son tortuosas, muy angostas, casi sin aceras, chuecas, serprenteantes, sinuosas, pese a las direc5tivas de un famoso Virrey quye en 1572 quiso corregir el trazado primitivo de la villa y le dio alguna simetría, hasta entonces, me contaron, las casas estaban desparramadas por las faltas del Cerro, ese portento de roca rojiza que hoy lo veo desfigurado, cayéndose poco a poco porque en pos de tus Valios minerales, se han entrado hasta sus entrañas. Mirar el Cerro Colorado sobre el tiempo que es roca y sol, recordar que esta roca fue y es el pais, saber que nos sumergimos en ella y que los rostros pasan como cansados por el sol, mencionar que estoy en Potosí, esta Ciudad que yo creí mi plasado y que, hurgando mi ser, siento que es mi porvenir y mi presente, los anos deslumbrantes de Paris y Madrid son una ráfaga de rumbosa vida diferente.

Tuve una niñez feliz en la Ciudad de Potosí, no percibía los 4 mil metros de altura en que está enclavada ni el frio de sus inviernos, las gentes potosinas me parecieron siempre sencillas y amables, el frio y las incomidades del asiento minera han creado un estilo de ropa burda y pesada. los indiso visten calzón y camiserta tejidos de lana, ojotas o sandalias de cuero, ponchos policromos entre los que sobresalen el Negro y marrón oscuro, tienen una montera copiadas de los toreros espanoles, o un gorro (chullo) de lana que en los dias mas sfríos no solo les cubre la cabeza sino también la cara con huecos para la nanriz, la boca y loso ojos. Estos hombres no tienen rostro. 

En este Potosí, tejiéronse ensueños fantasmagóricos de gloria y miseria, personajes engolados y soberbios gozando de la plata que contenía el mineral del Cerro y una suclase de hombres vencidos y silenciosos que cargaban la tierna argentaria para sacarla en gráciles llamas hacia los Puertos del Pacífico. El esfuerzo del trabajador era tal que el Virrey Lemos decía con amargura "no es plata lo que se lleva a España, sino sudor y sangre de los indios". Esa sangre derramada fue un reguero interminable de desolación, abandono, dolor y muerte durante cientos de años. 

La luz roja del sol atardeciendo en este Potosí, muestra unos celajes maravillosos, no hay aves buscando el hogar de la noche, no hay sonrisas, nunca advertí que las casas y calles fueran pintorescas, si tenían alcantarilla y si los indios que las trajinaban eran hombres, si inspiraban amor, casi hoy mismo, no lo entiendo. No sé cómo paseé de una edad a otra, me acostumbré a mirarlos como seres naturales en su desamparo. Nunca supe si huían del amor, si gustaban de las mujeres. Sus rostros no tienen fisonomía, ni sombras de alegria, de odio o desdén. 

En invierno el frio castiga, es helaldo de verdad, petrificante, quiere paralizar los movimientos. Quizás la vida es más mortal que la misma muerte. Recuerdo que en un sermón sobre la muerte, Vallejo dijo "Para solo morir tenemos que morir a cada instante."

Vemos así en la prosa del gran Medinacelli un ejemplo del espíritu de los integrantes de Gesta Bárbara, que como potosino nunca terminaré de admirar, de buscar sus significados, de escudriñar un pasado que nos es común, porque tambíén nosotros, tenemos a nuestro Potosí, bien metido en nuestro ser, en mi caso sólo viví allí unos pocos años hasta los 11, y luego esporádicas visitas hasta los 17. Poco tiempo en verdad, pero cuántos recuerdos y percepcines. 


lunes, 29 de octubre de 2018

10 de noviembre. prolegómenos de la efemérides de nuestro solar natal. Potosí única y grandiosa.

todo empezó con el indio Huallpa apremiado por el frío de una noche invernal prendió Fuego para calentar el cuerpo, grande fue su sorpresa al comprobar que en torno de la fogata hilos de plata corrían de Arriba hacia abajo. este "descubrimiento del Cerro Rico dio origen a una nueva era, la operación se repitió noche tras noche y el metal precioso brotaba generoso, en pocos años la fama creció y la población empezó construyendo humildes chozas para albergar a los "plateros" y Cuando llegaron los españoles la fiebre de la plata superó toda otra atracción. Potosí creció y creció, de los 4 puntos cardinales arribaron los nuevos mineros, y el rancherío de los primeros años fue la base del nacimiento de la Ciudad, la alocada explotación de la plata estaba generando un aumento desmedido de su poolación.

las callejuelas que aun subsistentes son angostas, levantadas de manera oblicu hacia el Cerro, con calle sinuasas tan estrechas que resultaba difícil transitar en medio. de la Colonia a la República sin cambiar mayormente de fisonomía se extendió hasta el rio de la Rivera varios kilómetros distante, construcciones caóticas que varios lustros posteriores a 1825 Cuando nació Bolivia, se advirtieron los primeros intentos de una urbanización incipiente.

siendo alumno de primeras letras en la escuelita Daniel Campos de la calle Bustillos, escuché las primeras noticias "Potosí llegó a tener más habitantes que Buenos Aires o que Londrés en los años de la Colonia, era una de las más pobladas del mundo" de los siglos XVI, XVII, XVIII, y su influencia política se advertía en todo el Cono Sur, los virreynatos de Lima y de La Plata, giraron en torno de la riqueza de Potosí. muchos años más tarde, ya viviendo en Europa y habiendo recorrido Francia, Italia, Alemanis y los países Escandinavos, y leído en diversas Fuentes, de distintos autores y las referencias que aparecen en las Enciclopedias y las presentaciones de los países, pude darme cuenta que sí, en efecto, la importancia de ese foco de desarrollo económico y por ende de otros desarrollos transformó a Potosí en una gran Urbe, con templos hermosos y monumentales, con su inigualable Casa de la Moneda y su Catedral y sus conventos y ya en los tiempos de la explotación de los metales como el estaño, el zing, el wolfram, el ploto y el bismnuto, daban razón a sus grandes biógrafos y narradores. su fama alcanzó nivel mundial, el "vale un Potosí" que todavía se repite en España es un botón de muestra, de la realidad de aquella época.


! MUY CELEBRADA, SIEMPRE ÍNCLITA, AUGUSTA, MAGNÁNIMA NOBLE Y RICA VILLA DE POTOSÍ! orbe abreviado, honor y gloria de la America, dentro del Perú, Emperatriz de las Villa y lugares de este Nuevo Mundo, Reina de su poderosa provincia,, princesa de las Indianas poblaciones, senora de los tesoros y caudales, benigna y piadosa madre de ajenos hijos, columna de la caridad, espejo de liberalidad, desempeño de sus católicos monarcas, protectora de pobres, depósito de milagrosos santuarios, ejemplo de veneración al culto divino, a quién los Reyes y naciones apellidan ilustre, pregonan opulenta, admiran valiente, confiesan invicta, aplauden soberana, realzan cariño y publican leal, a quién todos desean por refugio, solicitan por provecho, anhelan por gozarla y la gozan por descanso.  (Nicolás de Martinez Arzan y Vela (Historia de la Villa Imperial)

domingo, 28 de octubre de 2018

ante otro 10 de noviembre. Uno. Prolegómenos en homenaje a Potosi, mi tierra natal

escribir sobre Potosí, no sólo es una obligación para todo potosino. es también un placer íntimo. describir la literatura que se empleó para nombrar la Villa Imperial de Carlos V, Cuando tuvo su apogeo y los ojos del mundo de entonces estaban puestos en Potosí, productor del metal precioso, la plata, que era la base de la riqueza de la Colonia, porque desde allí se alimentó la producción de la moneda de Espana que reconquistó su lugar de esplendor en toda Europa, esplendor que había perdido a costa de las guerras que tuvo que soportar con los poderosos de entonces y del endeudamiento con Alemanis, con Italia, con Rusia entre otros.


la plata sacó a la Ibérica de una profunda crisis. logró restablecer el brillo de un reinado muy tenido a menos, rescató su prestigio y pagó las fortunas que debía a los nombrados. con la plata de Potosí, Alemania, Italia (Bélgica y Holanda) pudieron construir los palacios que hoy admiramos, además de los que construyó en Buenos Aires, en Lima, en Panamá, en Cuba, resulta increíble hoy mismo reconocer que así nomás fue.


Potosí ostenta con orgullo sus balcones floridos y sus parques urbanos, verdaderos prodigios realizados, a fuerza de solicitud y de perseverancia, por ese Pueblo de mineros rudo y sentimental. En pocas partes del mundo el árbol debe Haber llegado a ser un objeto de tan unciosa veneración. Yo conservo entre mis recuerdos de la Villa Imperial la visión conmovedora de un manzano que alza su frondosa copa de un verde reluciente, !A más de cuatro mi lemetros de altura! en el patio pedregoso de una Vieja casona. Se habría dicho, la cima de un peñasco florecido por arte de milagro de un santo cenovita (José Eduardo Guerra)

es la historia de Potosí, la renoombrada Villa Imperrial que, como saliendo de las sombras de la noche, alcanzó fama mundial en tan escaso tiempo, provocando que se convirtiera en la urbe más poblada del mundo, muy por encima de las ciudades de la Vieja Europa y de otras latitudes, así describe Armando Urioste Mendoza a nuestra cuna natal en su preciosa obra Remembranzas, que vamos a citar a menudo en estos dias de noviembre, el mes aniversario de Potosí.