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jueves, 19 de agosto de 2010

un aeropuerto. fábrica de cemento. reacción minera y agropecuaria. caminos son los pedido de ORURO que marca tiempos y entrega petitorio.

El Comité Cívico de Oruro presentó este jueves su pliego de demandas al Gobierno Nacional, un total de doce demandas contiene el documento que la dirigencia espera sea atendido lo más pronto posible. Los cívicos esperaron a una Comisión de ministros para entregarles en persona y por escrito las exigencias pero finalmente no llegó nunca una delegación del Órgano Ejecutivo.

Los cívicos tuvieron que entregar el pliego al secretario general de la Gobernación de Oruro, Edgar Sánchez toda vez que tampoco pudieron reunirse con el gobernador Santos Tito.

Germán Chaparro, dirigente minero y parte del Comité Cívico explicó que ellos esperarán la respuesta del Gobierno con paciencia.

“Esperemos que en las próximas horas nos den una respuesta positiva o caso contrario nos convoquen a una mesa de diálogo para tratar las demandas orureñas. Son doce puntos que estamos pidiendo por el bienestar y desarrollo de Oruro”, señaló Chaparro.

Entre las demandas de los orureños, se incluyen el tema de límites con el departamento de Potosí, la construcción de un aeropuerto internacional, la construcción de una planta de cemento, la reactivación minera y agropecuaria, el tema víal (construcción de carretera a Pisiga) entre los puntos más importantes.


valió la pena tanta sangre derramada? se pregunta Daniel Pasquier a propósito del conflicto potosino

Julio-agosto 2010 marca la rebelión de Potosí, otro campanazo de alerta a la construcción del nuevo Estado Plurinacional. El Cabildo Potosino convocó alrededor de 140.000 personas detrás de banderas reivindicatorias, mientras que los de Santa Cruz primero y La Paz después sobrepasarían el millón. En el contexto, cualquiera de los escenarios representaba sobradamente la voluntad popular, lo que querían los cruceños, los paceños y los potosinos. Todos manifestaron el rechazo a la administración distante e indiferente a las realidades regionales que en la mayoría muestran necesidades con cara de urgencia o, expresan definiciones y sentimientos que no están dispuestas a tolerar la intervención del poder central ni del juego de cintura de intereses de grupo o partidarios. Es el ejercicio de soberanía directa. Por diferentes motivos se cuestionan abierta y democráticamente la persistencia de un poder político excesivamente centralizado.
Tenían derecho a rebelarse. Potosí es sinónimo de riqueza y sin embargo alberga una población pobre, cuando no mísera. Simboliza al estado explotador colonial que exportó fortunas a Europa primero, para continuar después transfiriéndola a las arcas de sus descendientes dentro y fuera del estado boliviano. El costo de semejante modelo es difícil de traducirlo a números, porque las toneladas de plata, oro y otros minerales, no contemplan los millones de muertos sometidos al trabajo en las minas, de millones que vieron truncadas sus vidas por la desnutrición y las enfermedades compañeras al trabajo en condiciones infrahumanas ni a los millones que salieron de sus hogares forzados a buscar el sustento lejos de la Patria. ¡Y siguen las promesas!
El Gobierno juega con el país proponiendo autonomías truncadas. Ha creído engañar reconociendo al Estado Plurinacional como “descentralizado y con autonomías”, para después bajar la caña con la Ley Marco de Autonomías y Descentralización, confundiendo y complicando además todo el proceso con la inclusión simultánea de varios tipos de gobiernos autónomos, aplicando literalmente el “divide y vencerás”. Ya tiene a los chaqueños enfrentados entre ellos porque hay mucha plata de por medio, y levantaron fisuras con tres departamentos originalmente hermanos. Se da lugar a “virreyes ambulatorios”, hasta con “ejército propio” espejo de la nueva concepción militar de UNASUR, que va por la Chiquitania chequera en mano ejerciendo poder paralelo efectivo a espaldas de los gobernantes legal y legítimamente constituidos. La experiencia ya cambió el padrón electoral en Pando y, casi lo logra en el Beni. Donde el modelito no dé resultado hay atajos para deshacerse de los díscolos, mentes independientes, personas con opinión propia, ciudadanos que ejercen su derecho a tener criterios hasta contrarios a los dictados oficiales. Para ellos se reserva la nueva justicia del Estado Plurinacional que con imputación rápida y hasta sin pruebas da curso al vía crucis de los “estorbos”.
Pero no hay moneda sin dos caras. Bolivia padece de lo mismo que Penélope, de día teje y de noche desteje, para ir sorteando los avatares de la vida. En las ciudades grandes del eje, en los pueblos, en los villorrios, en la inmensa geografía andino chaco amazónica, lo que sobran son necesidades sin atender, proyectos truncados, obras inconclusas, además de las obras fantasmas que son las que más abundan. Las promesas están de sobra. Y si la promesa constitucional del “vivir bien” ha calado hondo entre los pobres y ha pasado a ser parte de la expectativa en la conciencia nacional a raíz del nuevo Estado, pero no ha calculado con serenidad el tiempo que haría falta para reparaciones históricas y, menos aún ha calculado cómo justificar atrasos en la resolución de esas necesidades, debido sólo a mala administración, a faltas de gestión por ignorancia u omisión. Más grave y sin escapatoria, cuando la población olfatea bien y rápido que se le está tomando el pelo, que el cuento favorece a ojos vista a unos pocos, que detrás no hay tanta negligencia, pues son muy diligentes para lo suyo, sino que florece la corrupción. La eterna, la de siempre.
Los tiempos son distintos si se duerme con hambre o con la panza llena. Cada pueblo tiene su urgencia, el autogobierno es constitucional, plata hay -lo repite el gobierno y el Banco Mundial. Luego, ¡Soluciones, ahora! Ya salieron las balas para resolver conflictos, pero esas no han resuelto los problemas. Los de Uncía siguen al margen de la ley, ¿será que no habrá justicia en esta tierra para los policías torturados y ejecutados? ¿Seguirá campante el linchar al vecino con sólo invocar la justicia comunitaria? ¿Hasta cuándo ayllus, provincias y cantones se regirán por sus propias leyes, dónde se dicta que no entra el Estado ni siquiera con policías y militares? Se declararon autónomos comunarios dedicados al contrabando y, en algunos casos, al narcotráfico. La ley en esos territorios es más dura que la 1008 porque la imponen los códigos de las mafias nacionales e internacionales. ¿Acaso Caranavi vive en paz, con un amenazante aspirante a sucesor de caudillo tratando de recuperar poder en las calles? ¿Se resolvió algo en Potosí con 18 días de paro, bloqueo, huelga de hambre, que no se hubiera podido resolver antes sin presión, como quería el gobierno? Esta es la paradoja. Un gobierno que llegó para empoderar a los excluidos, a los marginados, a los pobres, y en especial al indígena campesino que, sin embargo, se ve empujado a tomar la ley por su propia mano y a resolver sus necesidades a su buen saber y entender, porque después de cinco años los conductores del concebido estado liberador plurinacional siguen obsesivamente tratando de acumular más poder mientras los problemas y las necesidades de los pueblos permanecen intactos. ¿Valió la pena la mano mutilada y tanta sangre derramada? ¿Será “el evangelio bárbaro del odio” al que se refería Martí?

Juan José Toro desde Potosí contraataca al Ministro Coca que minimizó, subestimó y hasta vilipendió a Potosí y su conflicto de 20 días

Haciendo gala de la soberbia y odio que son el sello de este Gobierno, el ministro de la Presidencia, Oscar Coca, dijo que la huelga que paralizó e incomunicó a Potosí durante 19 días fue “un falso conflicto” que apenas representó “alguna monedita”.

Si fuera tan mentiroso como los ministros durante el dilatado conflicto, diría que esas declaraciones fueron recibidas con indiferencia en Potosí pero la verdad es otra. Causó dolor el comprobar que, pese a que el pueblo potosino depuso las armas, el Gobierno mantenga una actitud indolente y de confrontación.

Sin embargo, si el Gobierno opta por la revancha —como también es su característica—, Potosí no seguirá ese mismo camino.

Para empezar, el anuncio aquel de que no se recibiría al presidente Evo Morales para los festejos del 10 de noviembre fue inmediatamente corregido por el líder cívico Celestino Condori, quien recordó que nadie le puede prohibir a un boliviano que visite algún lugar del país y menos al Jefe de Estado.

Ahora bien, lo de la “monedita” abrió la brecha de un debate sobre el contenido del discurso gubernamental. ¿Cómo puedes interpretar a un Gobierno que dice que el pollo de granja causa desviaciones en el ser de los hombres y después jura y perjura que no se refirió a los homosexuales?

A menos que la administración de Evo Morales sea una sarta de mentiras, que parten de los discursos del presidente, vicepresidente y ministros, hay que leer su contenido tomando en cuenta el contexto. Así, encontraremos que, cuando habla de hacer justicia, lo que el Gobierno quiere decir es que liquidará a sus opositores y los hará desaparecer al estilo de José Ballivián; es decir, “como las nubes cuando las bate el viento”.

En el caso de la “monedita” de Coca, yo me resisto a creer que el ministro de la Presidencia se haya referido, en diminutivo, a la unidad monetaria de nuestro país. Como la cuestión es interpretar cada quien a su antojo, los potosinos podríamos decir que “monedita” es una forma cariñosa de referirse a la Casa de Moneda y, de ser así, el conflicto debió importarle mucho al Gobierno porque este monumental edificio es una de las más valiosas joyas de nuestra región.

Y es que, si de monedas se trata, las interpretaciones también son diversas. Así, el apellido del ministro, Coca, bien puede ser traducido como “moneda” si se toma en cuenta que la famosa hoja fue utilizada como tal en los primeros años de la conquista.

La historia de la moneda se remonta hasta el Siglo VII a.C. así que las piezas metálicas con valor cambiario ya eran bien conocidas en tiempos de Jesús. Son famosas las 30 monedas que Judas Iscariote recibió de los fariseos para traicionar al Mesías.

Entonces, como ahora, una moneda no era simplemente una moneda. No sólo circulaban monedas romanas sino también griegas, judías y hasta egipcias. Por eso es que en el Nuevo Testamento podemos encontrar dracmas, didracmas, estateros, óbolos, calcos, leptones, sextercios, dipondios, ases, semis y cuadrantes que tenían diversos valores y equivalencias. La moneda más común era el denario, una moneda de plata que era el equivalente al jornal de un obrero y fue, probablemente, la utilizada para pagarle a Judas. Se dice que se le pagó 30 monedas de plata porque eso era lo que costaba un esclavo. Se estima que esa suma representaría unos 50.000 dólares en nuestros días.

Aunque el Gobierno es ateo y no le da valor a la Biblia, sí utiliza el simbolismo como una estrategia más de su “proceso de cambio”. ¿Qué habrá querido decir el ministro Moneda… perdón… el ministro Coca al mencionar la “monedita”?

Si quiso minimizar el movimiento potosino y continúan las agresiones, se arriesga a que se le pague con la misma moneda.