El futuro de Potosí y las inversiones
EDITORIAL
Comprensión. A partir de los planes de Gobierno con proyectos de magnitud, debe primar la comprensión del pueblo potosino, en un momento que puede ser inteligentemente aprovechado.
Potosí debe ser uno de los departamentos más queridos por la bolivianidad. Su historia de sacrificio, de aporte al país en los momentos más difíciles, de injusticias y del saqueo de las riquezas nacionales con destino a los centros hegemónicos de poder económico e imperial de la vieja Europa, la han convertido junto con su pueblo en una tierra que está en la mente y en el corazón de todos los bolivianos.
Potosí está celebrando su Bicentenario en circunstancias quizá no muy propicias, porque lo ha hecho en medio de advertencias contra el Gobierno reclamando atención a una serie de demandas.
No cabe duda que, como otras regiones del país, tal vez Potosí, más que otras, por las circunstancias anotadas, siempre ha mantenido desde hace muchos años, reclamos a los pasados gobiernos y al actual. Parecería un estado permanente de disconformidad, por lo que los potosinos llaman el olvido y la postergación sistemática de su desarrollo.
Tienen razón en hacerlo, pues las luchas cívicas potosinistas han logrado de los gobiernos, sacarles tan sólo migajas.
Hace algunos meses, las demandas potosinas llegaron a medidas de hecho que estallaron en un largo paro de actividades y bloqueo de caminos iniciado por un asunto relacionado en límites con el vecino Oruro, la instalación de una fábrica de cemento y otros asuntos de interés para el departamento. Lamentablemente, el conflicto desencadenó un distanciamiento entre los dirigentes cívicos e instituciones potosinas con el Gobierno.
La lucha de los potosinos, sin embargo de sus constantes frustraciones, debería ser reconducida ante los planes y programas que el Gobierno anuncia realizar y que si son cumplidos, significarían el despegue económico del departamento y mejores días para sus habitantes.
El Gobierno ha previsto consolidar una inversión de 485 millones de dólares para instalar una planta industrial para la producción de carbonato de litio y cloruro de potasio, según anuncio del vicepresidente Álvaro García Linera. No cabe duda que este proyecto es uno de los de mayor magnitud en el país y a favor de una región que podrá ingresar al mercado del litio y en el futuro a la industrialización de este apreciado recurso natural. También se ha hecho conocer la construcción de carreteras que la integren con el resto del país, lo que significará inversiones elevadas.
Potosí mantiene una vocación minera y ahora mismo se ve beneficiada por la alta cotización internacional de los metales y el aumento de producción. Se calcula que el próximo año reciba 400 millones de bolivianos por concepto de regalías provenientes de la exportación de minerales.
La conmemoración del Bicentenario de Potosí, con todos los problemas y esperanzas que han planteado las circunstancias sociales y políticas, debe servir para que las autoridades potosinas, sus dirigentes cívicos, pero sobre todo los habitantes, planteen metas hacia el desarrollo futuro, más allá de coyunturas recientes.
A partir de los planes de Gobierno que tienen que ver con la ejecución de proyectos de gran magnitud y alcance, lo que debe primar es la comprensión del pueblo potosino, respecto a que las oportunidades se abren en un momento propicio, que puede ser inteligentemente aprovechado. En realidad los dirigentes y los pueblos cuando se plantean desafíos, deben asumirlos, más allá de las coyunturas, y cuando se trata del bien común llega la hora de la negociación, del consenso, para allanar el camino de un futuro, que les fue negado en tantas oportunidades, en este caso concreto, a los potosinos.
