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sábado, 21 de noviembre de 2015

subsiste la pésima relación entre potosinos y Evo Morales empecinado en negarle a Potosí algunos derechos, como tener un aeropuerto propio mientras Chimoré con apenas cinco mil habitantes tiene el mejor de Bolivia en extensión y modernidad. NO será el voto masivo para castigar la soberbia, la injusticia, el discriminatorio trato de EVO a los potosinos.

El aniversario del departamento de Potosí profundizó más la ruptura con el presidente Evo Morales y el Gobierno del MAS, debido a la actitud de olvido, marginación y autoritarismo demostrado por el equipo gubernamental, frente a las demandas del Comité Cívico que finalmente no fue atendido, pese a una huelga y una marcha hacía la ciudad de La Paz con permanencia de 23 días y violentos enfrentamientos entre mineros y policías, además de la negativa de dialogar y de recibirlos en el palacio de gobierno.
Resulta inadmisible que un departamento productor de minerales y que siempre fue el sostén de la economía nacional a lo largo de historia colonial y republicana, ahora siga postergada y olvidada de sus aspiraciones que requieren atención del Gobierno, en coherencia con la Constitución Política del Estado que debe atender las demandas de las regiones, más si se trata de los departamentos que aportan recursos y regalías para el país.
En el gabinete ministerial existe preferencia por el trópico de Cochabamba y el sector cocalero, sostén político del Gobierno, en desmedro de otras regiones —como Potosí— que se encuentran marginados y discriminados de las decisiones gubernamentales que puedan favorecer el desarrollo y el crecimiento de un departamento que fue saqueado sin piedad, para dejar el cerro rico con agujeros y parajes que puede desplomarse en cualquier momento.
Cualquiera que tenga un juicio crítico podrá darse cuenta del privilegio que recibe el trópico de Cochabamba, dado que el Presidente inauguró un aeropuerto en Chimoré, en predios donde antes estaba Umopar, la DEA, La Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), una obra que beneficia a un promedio de 15 mil habitantes y lo peor es que la entrega del aeropuerto resulta ser solo simbólico, porque no entrará en funcionamiento, por tanto, se trata de una infraestructura de “adorno” y que puede deteriorarse por falta de uso.
En cambio Potosí, con 205 años de fundación y con 798.664 mil habitantes según el Censo de 2012, no tiene alternativas de recibir atención a sus demandas, pese a ser un departamento que contribuyó en el auge de la minería, ahora se quiere hacer creer que existe una división, que por cierto, está impulsada por el mismo Gobierno, sin lograr su propósito, porque los potosinos mantienen la unidad en torno a demandas que los une y reivindica independientemente de posiciones políticas y partidarias.
La posición de repudio de los potosinos no se dejó esperar en la votación del referéndum autonómico donde se expresó por el NO, con esa rabia y bronca contenida que tienen contra el MAS y el Presidente del Estado Plurinacional, que en su nuevo aniversario Morales tomó la iniciativa de enviar al Vicepresidente para dejarlo solitario y aislado del pueblo potosino que festejaba a su modo los 205 años de fundación, independientemente de las autoridades formalmente constituidas.
El presidente Morales debe estar consciente que no puede esperar un  apoyo de los potosinos que no militan en el MAS para el referéndum del 21 de febrero, porque las actitudes asumidas el 10 de noviembre suman y pesan sobre las espaldas de los potosinos,  que otra vez votarán por el NO a la modificación de la Constitución Política del Estado, no porque sean de la oposición o que sean neoliberales o pro imperialistas como señalan los militantes del oficialismo, sino porque Potosí no recibe  atención a su pliego petitorio de 26 demandas de reivindicación entre ellos,  la construcción del Aeropuerto Internacional, la fábrica de cemento, construcción de hospitales de segundo y de tercer nivel entre otros.
El autor es periodista y docente universitario.

martes, 10 de noviembre de 2015

lindo homenaje del potosino Rios a nuestra ciudad natal. tierra de bendecido suelo, portento de riqueza y humanidad!

POTOSÍ, TAN ANTIGUAMENTE DULCE
El espíritu anfitrión de Potosí se demuestra en su gente amable y hospitalaria.
Olvidar a esta ciudad que creció al impulso de la plata colonial y al estaño republicano es imposible. De ahí la profusión de iglesias, monasterios y templos, de palacios y casonas con heráldicas que ostentaban el lujo y la prosperidad. Cada callecita tiene una historia que contar. La Calle de las Siete Vueltas, la Esquina del Ahorcado, la Calle de los Mercaderes. Las iglesias, con sus fachadas barrocas y sus retablos a todo lujo, son la consecuencia directa, por un lado, de la riqueza a manos llenas y, por otro, de la gigantesca afluencia de almas necesitadas de consuelo espiritual.
Asoma el boulevard un recorrido romántico que permite entrever parejas tomadas de la mano. Es el amor que se observa en Potosí y que representa una circunstancia visible en esta singular arteria peatonal.
Ella se encuentra en el centro histórico de la ciudad, con un hermoso piso ajedrezado y unos faroles de tipo antiguo iluminándolo. Es una calle muy concurrida durante todo el día, con comercios, bares y restaurantes. Desde el boulevard se aprecia, al atardecer, una de las más hermosas vistas del Cerro Rico.
Todas las ciudades de nuestro país tienen su encanto y su historia. Potosí tiene más de una razón para erigirse como una capital atrayente desde la perspectiva de su historia y su cultura, convirtiéndose en un centro apropiado para el turismo, el estudio y el arte en todas sus manifestaciones.
FELIZ DIA AMIGAS Y AMIGOS POTOSINOS

lunes, 9 de noviembre de 2015

repasar sus glorias no basta, por lo que LTD pretender marcar el futuro de POTOSI, tierra bendita a la par que abandonada por el poder MASISTA que la humilla, posterga y discrimina. leves señales de apoyo.

Un día como hoy, el 10 de noviembre de 1810, hace 205 años, quienes vivían en las faldas del Cerro Rico de Potosí abocados a las labores mineras y las muchas actividades que giraban a su alrededor, decidieron romper los vínculos que los unían al régimen colonial español y sumarse al movimiento que desde Buenos Aires proclamaba la creación de una unión independentista.
El gesto revolucionario de los potosinos de aquel entonces tuvo una trascendencia muy peculiar porque Potosí ya era, como lo es desde hace más de 500 años, una fuente de riqueza tan grande que alrededor de su posesión se desencadenaban las más intensas pasiones y pugnas. Muchos de los hilos que se movían desde Madrid, pasando por Lima y Buenos Aires, tenían como principal objetivo mantener, en unos casos, y conquistar, en otros, el control de tan fabulosa fuente de poder económico.
205 años después, como las noticias cotidianas lo confirman, Potosí y sus habitantes no han logrado superar del todo las relaciones traumáticas causadas por el contraste entre su privilegiada posesión de abundantes riquezas minerales, por una parte, y su desfavorable ubicación geográfica, por otra, lo que en gran medida explica una paradójica y todavía no resuelta relación entre riqueza y pobreza.
No es fácil para Potosí ni para el gobierno nacional –el actual como todos los anteriores— hallar una fórmula capaz de superar esa situación. Lejos de ello, y como si de una maldición histórica se tratara, Potosí sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos para el erario público, pero sigue sin hallar la fórmula capaz de transformar esa riqueza en bienestar para sus habitantes.
Un reflejo de ello es el hecho de que los principales actos conmemorativos sean siempre una mezcla de manifestaciones de protesta y de festejo, de reclamos y agradecimientos dirigidos al gobierno central.
Felizmente, y aunque todavía lejos de lo que sería de desear, algunas señales esperanzadoras se han podido ver últimamente. Un ejemplo es la decisión gubernamental de vencer su anterior resistencia a la participación de capitales privados para la modernización de la minería potosina. En efecto, gran parte de los esfuerzos hechos hace poco en Nueva York para atraer inversiones extranjeras ofrecen a Potosí como su principal destino mediante grandes proyectos mineros como Mallku Khota, Santa Isabel, el yacimiento de polimetálicos de la meseta de Los Frailes, la planta de fundición y refinería de zinc y la planta de ácido sulfúrico para el Complejo Metalúrgico Karachipampa. Se espera que entre los cinco logren atraer unos 1.300 millones de dólares.
Si a ello se suma la posibilidad de construir en territorio potosino dos plantas eléctricas, una hidroeléctrica y otra solar que proyectarían a Potosí como un departamento exportador de energía, mejoran ciertamente las posibilidades de que Potosí vea con más optimismo su futuro.
Es de esperar que así sea, entre otras razones, porque si hay algo que se ha mantenido constante durante los últimos siglos es la indisoluble relación entre la suerte de Potosí y la del país